Andina

Llueven críticas contra Netanyahu tras anulación de acuerdo sobre migrantes

Actualmente viven 42,000 migrantes africanos en Israel

Protesta de inmigrantes africanos en Israel. Foto: AFP

Protesta de inmigrantes africanos en Israel. Foto: AFP

14:12 | Jerusalén, abr. 3.

El primer ministro israelí Benjamin Netanyahu era blanco de críticas este martes, tras anular un acuerdo con la ONU que establecía la regularización de miles de migrantes africanos en Israel y la reinstalación de otros miles en países occidentales.

"Después de haber escuchado varias observaciones sobre este acuerdo, analicé las ventajas e inconvenientes y decidí anular este acuerdo", afirmó Netanyahu según un comunicado de su despacho.

El lunes en la noche Netanyahu había suspendido la aplicación del acuerdo, sólo pocas horas después de haber anunciado la firma con el Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (ACNUR).

El acuerdo tenía el propósito de sustituir un programa de expulsiones que había provocado una gran controversia y había anulado después de una decisión de la Suprema Corte israelí.

El acuerdo establecía la reinstalación en países occidentales de más de 16.000 sudaneses y eritreos que viven en Israel y, a cambio el Estado hebreo se comprometía a darles un permiso de residencia a un número equivalente.

"Decidí suspender la aplicación de este acuerdo y volver a revisar los términos", afirmó el lunes Netanyahu en su página Facebook.

El primer ministro dijo que había considerado las críticas a este acuerdo por parte de los habitantes de Tel-Aviv, donde viven la mayoría de los migrantes.

Este episodio le valieron numerosas críticas primero en el seno de la derecha israelí, cuando anunció el lunes la anulación del programa inicial de expulsiones y su reemplazo por el acuerdo con el ACNUR.

Luego de la izquierda cuando decidió suspender el nuevo acuerdo.
   

- "Sacar a los clandestinos" -


"A pesar de las restricciones jurídicas y las dificultades crecientes, vamos a continuar con determinación a hacer todo para sacar a los clandestinos del país", dijo Netanyahu este martes.

Por su parte el ACNUR reaccionó al último anuncio subrayando que esperaba que Israel "reconsidere pronto" la anulación.

"Seguimos creyendo en la necesidad de un acuerdo favorable a todos que pueda beneficiar a Israel, a la comunidad internacional y a las personas que necesitan asilo", explicó su portavoz William Spindler en un correo a la AFP.

En virtud de ese acuerdo con el ACNUR países como Canadá, Alemania o Italia podían recibir estos miles de migrantes, había dicho Netanyahy el lunes al respecto. Pero esos dos últimos países los desmintieron el mismo lunes.

Según las autoridades israelíes, 42.000 migrantes africanos viven actualmente en Israel. Las mujeres y los niños no figuran entre los amenazados por el plan inicial de expulsiones.

Estos migrantes africanos llegaron en su mayoría después de 2007 desde el Sinaí egipcio. La frontera con Egipto era en esa época muy porosa, pero se ha vuelto casi hermética en la actualidad. Se instalaron en barrios pobbre de Tel Aviv.

Netanyahu, que había prometido el año pasado "devolver el sur de Tel Aviv a los ciudadanos de Israel", se reunió el martes con representantes de los migrantes.

Al mismo tiempo decenas de manifestantes, entre ellos migrantes africanos, protestaron en Jerusalén y en Tel Aviv contra la suspensión del acuerdo con el ACNUR.

"Al venir aquí, en donde hay democracia, pensamos que Israel defendería nuestros derechos", declaró a la AFP Sernai Dori, una joven de 28 años, madre de tres niños de origen eritreo, que vive desde hace diez años en Israel.
   

- "Sabia decisión" -

   
Shefi Paz, una de las dirigentes del movimiento de lucha contra la presencia de migrantes africanos en los barrios sur de Tel Aviv, se felicitó de la anulación del acuerdo. Pero "nuestro combate terminará cuando el último de los clandestinos sea expulsado", dijo.

El ministro de Educación Naftali Bennett, dirigente del partido nacionalista religioso La Casa Judía, que había pedido al primer ministro que anulara el acuerdo, evocó el martes una "sabia decisión". Es hora "de sacar a los clandestinos ilegales", continuó.

A la inversa, el dirigente del partido laborista Avi Gabbay (oposición) estimó en Twitter que a Netanyahu le falta "liderazgo" y huye "de sus responsabilidades".

"Israel necesita un primer ministro que sepa tomar decisiones", dijo.

Israel admitía tácitamente no poder enviar a sus países a esos miles de eritreos y sudaneses sin que sus vidas corriesen peligro. El régimen eritreo fue acusado por la ONU de crímenes contra la humanidad "generalizados y sistemáticos".

El gobierno israelí había por lo tanto imaginado reenviarlos a un tercer país, sin decir cuál hasta el lunes cuando Netanyahu reveló que se trataba de Ruanda, que rechazó recibir a "clandestinos africanos".

"Para poder expulsarlos legalmente, se necesitaba un acuerdo con un tercer país y cuando vimos las últimas semanas que esta opción ya no existía, tuvimos que encontrar otra solución", había dicho Netanyahu.

"Tomo cada año miles de decisiones por el bien del Estado de Israel y sus ciudadanos y a veces hay decisiones que se deben reconsiderar", dijo el martes.

(FIN) AFP/MAE

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Publicado: 3/4/2018