Por Percy BuendíaLa jefa del programas del Programa Mundial de Alimentos, Karin A. Schmitt, consideró como importante que el Gobierno haya colocado como una prioridad el enfoque de la lucha contra la anemia y desnutrición crónica infantil en el centro de su agenda.
En entrevista con el Diario Oficial
El Peruano destacó la importancia de formar alianzas con el sector privado para combatir el hambre en el país y vincular la labor social de las empresas con los objetivos y estrategias del Estado.
¿Cómo aterrizar en el Perú las expresiones de la directora ejecutiva del PMA, Ertharin Cousin, sobre la importancia de construir ‘alianzas audaces’ entre gobiernos, empresas y organizaciones para alcanzar el Hambre Cero?
–En América Latina tenemos una población con desnutrición crónica infantil en varios niveles. Por ejemplo, en Guatemala este índice llega a 50 %, pero tenemos también países como Chile, donde es de 1 % o 2 %.
Entonces, es interesante para el Gobierno peruano aprender cómo estos países lograron resultados exitosos en la lucha contra este problema, entender las lecciones aprendidas, conocer las estrategias y, mediante una cooperación Sur-Sur, intercambiar estas experiencias.
–¿Cuál debe ser la tarea del Gobierno central, las regiones y municipalidades en esas alianzas ‘audaces, estratégicas e innovadoras’, como propone el PMA?
–El Gobierno central tiene que plantear y desarrollar el marco legal, mientras que las regiones y municipalidades pueden identificar cuáles son las necesidades en sus territorios para desarrollar una estrategia y programas que estén destinados a mejorar el nivel de vida de sus poblaciones.
Acá se puede también formar alianzas con el sector privado destinadas a ejecutar los proyectos de desarrollo que estén dirigidos a reducir la desnutrición crónica infantil y la anemia, así como en el mejoramiento de la infraestructura en salud.
Además, es importante identificar cuáles son los objetivos de los fondos sociales de una empresa privada para vincularlos bien con los objetivos y estrategias del Gobierno y así lograr juntos, en una fuerte alianza, las metas relacionadas con el Hambre Cero.
–¿Cómo involucrar a la empresa privada, o aumentar su participación, en este objetivo de alcanzar el Hambre Cero en el país?
–El Programa Mundial de Alimentos ha desarrollado un modelo de educación nutricional. En los últimos años, planteamos e implementamos dos proyectos financiados por el sector privado en Ventanilla [Callao] y Sechura [Piura].
Por ejemplo, en Ventanilla logramos bajar la anemia en 20 puntos porcentuales. Es un modelo que tiene sus resultados y lecciones aprendidas y ya está listo para desarrollarlo en un ámbito más amplio, a escala nacional.
Ese fue un esfuerzo del sector privado, el PMA, la municipalidad y el Gobierno central. Ya existe un trabajo y datos de que funciona muy bien esta cooperación.
–¿Qué opinión le merecen los esfuerzos del Estado peruano para disminuir la desnutrición crónica y la anemia?
–Es importante cómo el Gobierno ha colocado el enfoque de la lucha contra la anemia y desnutrición crónica infantil en el centro de su agenda, como una prioridad. Es trascendente que lo mantenga así en los próximos cinco años.
Es importante también ver cuáles eran los proyectos exitosos del pasado. Como se recuerda, en 2007, el índice de desnutrición superaba el 40 % y en 2015 bajó significativamente con la ejecución de diferentes programas sociales en el país.
Se debe analizar cuáles fueron las estrategias y programas exitosos desarrollados e implementados anteriormente para potenciarlos. No es necesario iniciar nuevamente de cero, sino mejorarlos.
Principales líneas de cooperación
–¿Qué líneas de cooperación priorizará el PMA en su asistencia técnica al Perú en este nuevo quinquenio?
–Seguiremos con el trabajo para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) 2 y 17, en la preparación y respuesta de emergencias, incremento de la resiliencia de medios de vida, mejoramiento de programas de protección social y también en el enfoque de nutrición, particularmente en el tema de la lucha contra la anemia y desnutrición crónica infantil.
Estos son nuestros enfoques, todo mediante asistencia técnica para el desarrollo de capacidades. Realizaremos también estudios para conocer cuáles son las brechas en el país vinculadas a la seguridad alimentaria nutricional para lograr el Reto de Hambre Cero (ODS 2).
Es importante también focalizar el trabajo en los programas sociales para asegurar que esté bien definida la cobertura, que nadie esté excluido y con el fin de asegurar que sirvan para minimizar los impactos entre la población en casos de crisis financieras o de origen natural (catástrofes).
–¿En qué lugar se colocan las acciones del PMA para lograr el Hambre Cero?
–La lucha por el Hambre Cero es muy importante para PMA. No debemos olvidar que, aunque en el planeta la desnutrición infantil está cayendo, todavía 159 millones de niños menores de 5 años se ven afectados, y más de 1.9 billones de personas –cerca de un tercio de la población mundial– viven con las consecuencias del retraso en su crecimiento infantil.
(FIN) DOP
JRA
Publicado: 31/10/2016