Los conflictos políticos entre Qatar y algunos países del Golfo Pérsico podrían repercutir en el Mundial 2022 luego que los Emiratos Árabes Unidos, Baréin, Egipto, Yemen y Arabia Saudita, entre otros, rompieron relaciones diplomáticas con esta pequeña pero millonaria nación, la cual será sede del torneo magno en cinco años.
La FIFA señaló estar al tanto del problema, aunque no se aventuró a emitir una posición al respecto.
Los países señalados acusan a Qatar de apoyar a grupos terroristas, incluyendo el autodenominado Estado Islámico (EI) y al Qaeda.
Arabia Saudita cerró sus fronteras y espacio aéreo con su vecino y el resto de naciones optaron por cortar relaciones diplomáticas y comerciales.
Por ejemplo, según informa el diario El País, las aerolíneas Etihad, Emirates, FlyDubai y Saudia han dejado de volar a Doha, capital catarí.
Arabia Saudí y sus aliados también han expresado que van a tomar medidas para que países y compañías bloqueen el tránsito de y hacia Qatar a través de su espacio aéreo.
Son precisamente estos factores los que podrían perjudicar el normal desarrollo de la cita mundialista en 2022. Por ello, la FIFA expresó en un comunicado que "está en contacto de forma regular con el comité local organizador del Mundial de Qatar 2022 y con el comité supremo que maneja asuntos relacionados con la Copa del mundo".
"No tenemos más comentarios por el momento", añadió el máximo organismo del fútbol. Recordemos que la organización del Mundial 2002 es el centro de una estrategia de Qatar para mejorar la posición esta nación en el escenario global mediante el deporte.
Recientemente, este país inauguró con mucha anticipación el primer estadio de la cita mundialista, el moderno Khalifa International Stadium con capacidad para 68 mil espectadores.
(FIN) INT/JSO
Publicado: 5/6/2017