Hernán Viera, el mejor levantador de pesas de la historia del Perú, se prepara para los XVIII Juegos Panamericanos Lima 2019, para ganar el oro y romper el récord panamericano.
Dueño del récord nacional de levantamiento de pesas, está considerado el mejor atleta en esta disciplina deportiva y pertenece al Top Perú Lima 2019, la lista que reúne a los mejores deportistas nacionales.
Ostenta el récord nacional con 211 kg levantados, además de ser uno de los mejores del continente.
“Para Lima 2019 tengo dos objetivos claros: la medalla de oro y romper el récord panamericano en levantamiento de pesas que actualmente es de 220 kg”, acota.
Para lograr sus metas, cumple un programa estricto y disciplinado que consiste en 10 entrenamientos a la semana. Y ha empezado el año con entrenamientos en Cuba desde el 14 de febrero hasta el 5 de mayo. Luego participará en un torneo internacional con los mejores del continente en República Dominicana.
Después viajará a Cochabamba, Bolivia, junto a la delegación peruana para participar en los Juegos Suramericanos Odesur que se desarrollarán desde el 26 de mayo al 8 de junio. Posteriormente, continuará preparándose para el Mundial de Levantamientos de Pesas que se desarrollará en Uzbequistán, clasificatorio a los Juegos Olímpicos Tokio 2020.
Ejemplo de vida
Le tocó vivir muchas dificultades en su natal Piura. “Me tocó vender agua, pan; limpiar latas de agua; trabajar en la pesca y en una carnicería con mi tío en el mercado de Castilla. Pero cuando el deporte llegó a mi vida supe que dirección tomar”, indicó.
Recuerda como cuando tenía 12 años podía jalar un triciclo con 24 latas con agua, que equivalían a más de 100 kg, inusual para su edad y que denotaba la gran fuerza que poseía. En ese momento, Hernán pesaba 50 kilos y cargaba el doble de su peso.
“Pensaba en cubrir la necesidad que teníamos en la casa. Eso era lo que me empujaba a seguir trabajando y jalar el triciclo por de 17 a 20 cuadras para poder vender el agua”, dice con orgullo.
Comenta también como cuando trabajaba en la pesca se presentó la oportunidad de ir mar adentro y obtener más ingresos. "Pero Dios sabe porqué hace las cosas. Agradezco que me haya permitido entrar en el deporte ya que pude superarme a mí mismo y a mi familia, que es lo que me hace más feliz”, acota.
Fue el entrenador Ricardo Gonzaga Calderón quien vio su potencial cuando lo observó llevando latas con agua por varias cuadras, con apenas 12 años, en medio de las polvorientas calles de Castilla, que vendía a sus vecinos para llevar un pan a su mesa. Durante un mes, Gonzaga no dejó de insistir con su mamá que lo deje entrenar, pero las prioridades de la familia eran otras.
“Mi hermano estaba en el Ejército y el deporte no era prioridad para mí porque tenía que ayudar a mi mamá con los gastos de la casa. Dejé las pesas por dos años hasta que mi hermano regresó. Luego, sí, mis únicos deberes fueron estudiar y volver a tener actividad física”, señaló Viera.
Nunca pensó convertirse en el mejor pesista en la historia en el Perú. Ganar su primera medalla de oro fue el impulso para seguir compitiendo y ser seleccionado en el año 2009. "Mi entrenador vio potencial en mí y me convenció para hacer trabajos extra que rindieron sus frutos”, agregó.
En su natal Piura, ahora es reconocido por propios y extraños, quienes lo detienen en la calle para tomarse una foto, pedirle un autógrafo o grabar un saludo. Igual sucede cuando visita el mercado donde alguna vez trabajó. “Los señores de los demás puestos me saludan, me felicitan y me dicen que vaya a visitarlos a sus casas para comer ceviche”, cuenta con orgullo.
El reconocimiento de su gente lo llena de satisfacción. En recuerdo de los más importantes eventos de su vida, lleva múltiples tatuajes siendo los más vistosos los aros olímpicos, que se tatuó al obtener el cupo a los Juegos Olímpicos Río 2016, así como la palabra ‘Kallpa’ que en quechua significa ‘fuerza’.
El motor de la vida
Los Juegos Olímpicos Río 2016 no solo marcaron a Viera en el ámbito deportivo, sino también en lo personal, pues conoció a uno de sus grandes amigos: el desaparecido David Torrence. “En mi brazo derecho también llevo tatuada la frase de David Torrence: Quiero mostrar que los peruanos podemos competir y ser los mejores del mundo".
En su brazo izquierdo lleva inmortalizada la frase que expresa quienes son el motor de Hernán que lo motiva a ser el mejor del mundo: "Familia, donde la vida comienza y el amor nunca termina".
“Tengo un gran respeto por mi familia. Realmente los valoro mucho y son el principal motivo por el que sigo luchando. Una hija de cuatro años y continúo batallando para darle las cosas que nunca tuve”, dice visiblemente emocionado.
“Lima 2019 es la oportunidad para que el mundo conozcan al Perú. Que los Juegos Panamericanos se realicen aquí cambiará el deporte nacional, dejando una
infraestructura deportiva increíble”, agrega.
Viera resaltó la organización de Lima 2019 en procura de hacer unos juegos exitosos. Hace poco estuvo en la Villa de Atletas y quedó sorprendido con los trabajos. Ello da tranquilidad a los atletas para seguir entrenando y llegar en buena forma física a Lima 2019.
(FIN) NDP/MAE