La dirigencia que se opone a la firma del acta para finalizar la huelga docente definitivamente no busca la meritocracia ni la calidad educativa en el magisterio, afirmó hoy la ministra de Educación, Marilú Martens.
En diálogo con la
Agencia Andina, Martens refirió que la
Evaluación de Desempeño (EDD) prevista para este año "no será punitiva, sino formativa", y además estará acompañada por capacitaciones previas y posteriores en caso de que el docente desapruebe.
"Definitivamente (no buscan la calidad educativa). Escucho que dicen 'evalúennos y si no pasamos nos quedamos donde estamos'. Pero, ¿y quién piensa en los estudiantes? Nosotros, como ministerio, queremos evaluar y, si no pasas, mejorar tus condiciones como profesor", aseveró.
La
ministra indicó que durante las mesas de diálogo se avanzó bastante en las mejoras salariales de los docentes, tanto para nombrados como para contratados; pero a pesar de ello la dirigencia –encabezada por Pedro Castillo– se opone a firmar el acta y no reconoce estos avances.
"Si hemos avanzado en todas las mejoras que han pedido, entonces qué pasa con esos dirigentes que no quieren reconocer. Solo quieren un reconocimiento personal, un protagonismo de que 'si yo no aparezco en la firma, entonces no vale'. Eso no es así. Hay que pensar que trabajamos por 360,000 profesores, no por un profesor que pelea por aparecer en la firma de un acta".
Entre las mejoras de las condiciones laborales de los docentes citó el incremento en la remuneración del piso salarial a 2,000 soles, el adelanto a setiembre de los beneficios remunerativos para los contratados, la transferencia de 200 millones de soles de la deuda social en educación priorizando el pago a maestros.
Asimismo, la homologación en encargaturas para directores o maestros sin importar de qué tipo de ley vengan, el retiro anticipado opcional a partir de los 55 años, la alimentación para los estudiantes de Jornada Escolar Completa más pobres.
De igual modo, Martens agradeció a los parlamentarios de diferentes bancadas que participaron como mediadores en la
mesa de diálogo entre el viernes y el lunes, cuando culminaron sin éxito las conversaciones entre el ministerio y las dirigencias.
Señaló que ellos observaron cómo el Gobierno escuchaba y atendía las demandas de los maestros, pero que "siempre había un porqué para no firmar" al final de cada día.
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