El hallazgo de restos óseos de una mujer en el complejo arqueológico de K’anamarka, ubicado en la provincia de Espinar, en Cusco, en el 2004, asombró a la comunidad científica, y ahora, 13 años después, se podrá conocer el rostro de este importante personaje llamado la Señora de K’anamarka.
Para el trascendental acto la
Dirección Desconcentrada de Cultura de Cusco, la Universidad Inca Garcilaso de la Vega y el diseñador internacional Ciceró Moraes organizan la segunda jornada científica “Reconstrucción de la Señora de K’anamarka”, que se realizará hoy y mañana.
La cita es en el Centro de Convenciones del Cusco, la responsable del Gabinete de Antropología Física, Elva Torres Pino, declaró a la Agencia Andina que el primer día será con la explicación del proceso arqueológico y al día siguiente se mostrará por primera vez el rostro.
El logro científico, académico y tecnológico, según indica Torres Pino, fue también con el gran aporte de la cultura y el arte por parte del diseñador brasileño que reconstruyó las imágenes de Santa Rosa de Lima, San Martín de Porres, el Señor de Sipán, entre otros.
Personaje de élite
El descubrimiento del esqueleto completo de una mujer de entre 45 a 50 años estuvo a cargo del arqueólogo Marco del Pezo Benavides, en una chullpa o recinto 23 del impresionante complejo arqueológico preincaico e incaico, ubicado en el distrito de Alto Pichugua, en la provincia cusqueña de Espinar.
Investigaciones y afirmaciones del historiador Cieza de León revelan que la Señora de K’anamarka habría pertenecido a la élite de la cultura local, una sacerdotisa que mantenía el control ante posibles invasiones de etnias del altiplano, y las evidencias muestran que murió durante una trepanación craneana; no obstante, le concluyeron la craneoplastía perimortem.
La responsable del Gabinete de Antropología Física, Elva Torres Pino, explicó que la forma de intervención craneana, hoy craneoplastía, con reposición de un hueso, es única en el sur del Perú. La especialista participó de los análisis arqueológicos a las osamentas, cuyos tejidos blandos se deterioraron con el paso de los siglos.
Elva Torres Pino afirmó que los trabajos de investigación a este personaje continúan y que el esqueleto completo se halla en el Gabinete de Antropología Física de la Universidad Inca Garcilaso de la Vega.
La estatura de la Señora de K’anamarka es de un metro con 48 centímetros y es robusta, el promedio de la época.
Por su parte, el antropólogo físico Oliver Medina destaca que para la reconstrucción digital se utilizó una innovadora tecnología bajo la técnica de la fotogrametría, que consiste en convertir imágenes de 2D a 3D.
“El primer paso fue el reconstruido y posteriormente se hizo trabajo interinstitucional con la universidad y Ciceró Moraes, quien reconstruyó el rostro, en un proceso que ha durado todo este año”, concluyó.
(FIN) PHS/MAO
GRM
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Publicado: 13/7/2017