“No podemos hablar que el terrorismo acabó y que hay paz mientras exista una persona privada de su libertad. Es lo que nos preocupa a la Policía. No podemos contemplar que un solo niño viva bajo esas condiciones, y decir que se acabó”.
El coronel Naoki Tokashiki Guevara, de la Dirección Nacional contra el Terrorismo (Dircote), es uno de los 82 miembros del histórico Grupo Especial de Inteligencia Nacional (GEIN) de la Policía Nacional del Perú, que logró, hace 25 años, la captura del enemigo número 1 del Perú:
Abimael Guzmán Reynoso, líder máximo de Sendero Luminoso (SL).
Esclavitud plena
Tokashiki advierte que la sociedad peruana no puede bajar la guardia. En el Valle de los Ríos Apurímac, Ene y Mantaro (Vraem), los hermanos Quispe Palomino, cabecillas actuales de SL, han secuestrado a familias enteras y “procrean” una nueva generación de senderistas.
“Esos niños a quienes pusieron en su mente que el Estado era el enemigo y había que matar a sus agentes hoy tienen 18, 20 años y son los que lideran los grupos armados que han actuado a inicios del año en la selva”, recuerda el policía.
Los Quispe Palomino han dejado en estos niños y jóvenes nacidos y crecidos en cautiverio “una semilla”. “La Policía ha logrado rescatar de esas filas a jóvenes que han dado testimonios desgarradores. Este SL, para evitar los infiltrados, cree que su fuerza debe incrementarse con la reproducción de las madres. Es esclavitud plena”, lamenta Tokashiki.
Para él, el Estado debe actuar con mayor firmeza y a la sociedad le toca alzar la voz para ejecutar acciones que liberen a estos peruanos. Y también estar vigilante frente al eco que tiene el Movimiento por la Amnistía y los Derechos Fundamentales (Movadef) entre algunos jóvenes.
Líderes criminales
La psicóloga de la Dircote, Dora Atuncar Sueng, ha evaluado a decenas de senderistas que purgan condena. Ella distingue las características psicológicas de los mandos políticos y logísticos de las de los combatientes.
“El líder es más psicológico, más fanatizado; mientras que el combatiente es más sumiso; en términos generales, más ignorante, sin grado de instrucción, hay muchos analfabetos”, explica.
Las evaluaciones psicológicas arrojaron que muchos combatientes y sus familias fueron secuestrados y adoctrinados por los senderistas, que los expusieron a “situaciones de máxima crueldad”. “Si no obedecían, eran obligados a ver cómo mataban e incineraban a sus seres más queridos. Los líderes, así, les exigían sumisión y pasividad frente a las órdenes”.
En cuanto a los líderes de la organización senderista, la coronel Atuncar Sueng apunta que en la mayoría no se encontró patologías. En algunos casos, sí halló trastornos psicopáticos antisociales.
Los senderistas seleccionaron para sus cuadros líderes a universitarios y profesionales a los que capacitaban. Para Atuncar Sueng, los senderistas aprovecharon los “vacíos existenciales” de las personas para que se acerquen a SL, donde les ofrecían un papel importante.
Ojo con el fanatismo
El psiquiatra Luis Matos Retamozo, del Instituto Nacional de Salud Mental Honorio Delgado-Hideyo Noguchi, manifiesta que estamos ante fanáticos, “personas que se entregan a una idea, a un movimiento, a una meta, sin razonar”.
“Tanto creen que la lógica no funciona en ellos. [Los terroristas] han sido adoctrinados y captados cuando en el país había corrupción, abuso, explotación, un caldo de cultivo frente al cual les ofrecían crear un Estado justo y donde todos coman igual, pero para ello tenían que cometer acciones violentas”, asegura Matos.
Vacunas psicológicas
El psiquiatra recuerda que la prédica violentista de SL y sus agentes de fachada también es escuchada por jóvenes, ya que los escolares no conocen el informe de la Comisión de la Verdad y Reconciliación (CVR) y en el contexto actual del país hay muchos políticos corruptos. Lamenta que este tema se deba a las fuerzas políticas que se oponen a que el histórico documento se difunda de manera masiva, cuando se trata del “mejor antídoto”.
“El mejor antídoto es que se lea el informe de la CVR, que se conozcan los testimonios de los niños esclavizados. Hay que enseñarles que nuestros sueños como nación se pueden cumplir y que se puede hacer una mejor distribución de la riqueza”, opina.
La psicóloga Atuncar Sueng recalca que los líderes terroristas no sienten arrepentimiento de sus acciones violentistas. “Nunca van a pedir perdón –afirma– porque ellos justifican todo; creen que todos los gobiernos son malos y tienen que luchar contra la forma de gobierno con terror, muerte y violencia”.
Importancia del hogar
Los especialistas sugieren que comunicar sobre lo que pasó en el Perú debe ser un trabajo multisectorial e incluir a los medios de comunicación.
Que desde el hogar, los padres eduquen y comuniquen “con amor” para que sus hijos no tengan problemas de personalidad al llegar a la adolescencia. También se debe de enseñar la tolerancia, a que no somos dueños de la verdad.
“De los fundamentalistas del mundo, los musulmanes se creen dueños de la verdad, son los más dogmáticos. Pero no olvidemos que el dogmatismo está a nivel político, religioso, sexista y racial. Entonces una vacuna psicológica es recordar que la duda es señal de inteligencia”, recuerda Luis Matos.