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Ballet Nacional: medio siglo disfrutando del arte del movimiento

50 años del BalletNnacional. Foto:Municipalidad de Lima

50 años del BalletNnacional. Foto:Municipalidad de Lima

11:31 | Lima, may. 11.

Por José Vadillo

El primer elenco del país celebra medio siglo de trayectoria con la obra Alicia, un viaje a Alemania, giras por el interior del país y el nuevo estreno de Apolo. Mira al 2021 como un elenco que se redefine por el estilo neoclásico y apuesta por dejar atrás el mito de ser un arte elitista, que solo habla de príncipes y princesas.

Fue a inicios del siglo XX que en el Teatro Municipal de Lima bailó la rusa Ana Pavlova, una mujer no muy agraciada –según los cronistas de hace 100 años–, pero con el supremo don de las tablas y estilo plástico singular. Ana era “la pintura en movimiento”, el “cisne que nunca muere”, y promocionó el arte del ballet por el mundo. “El secreto de mi popularidad está en la sinceridad de mi arte”, decía la Pavlova. Fue aquí, en Lima, donde el coreógrafo inglés Frederick Ashton la conoció, se maravilló y gritaría que ella fue el genio teatral más grande que jamás había visto.



El ballet es el arte de dibujar con el lenguaje del cuerpo el drama y la alegría de la raza humana. Hace medio siglo, el 10 de marzo de 1967, se creó el Ballet Nacional del Perú, gracias al tesón de la bailarina norteamericana Kaye MacKinnon. Desde entonces, la compañía ha ofrecido temporadas de obras del repertorio clásico, neoclásico y contemporáneo. Desde El lago de los cisnes, pasando por Carmen, Espartaco, Salomé o La noche de Walpurgis, entre otras.

Institucionalmente, el primer elenco peruano de la danza escénica pasó por la Casa de la Cultura, el Instituto Nacional de Cultura y hoy es parte del cuerpo de elencos nacionales del Ministerio de Cultura.

La compañía profesional llegó al nuevo milenio bajo la dirección de la maestra Olga Shimasaki; desde el 2015, la dirección recae en Jimmy Gamonet, importante coreógrafo nacional con más de tres décadas de experiencia en los primeros escenarios mundiales. El Peruano conversó con él.

“La compañía pasa por una transformación en cuanto a estilo y proyección. El enfoque de hoy es redefinir la identidad de la compañía, del eclecticismo de sus inicios su repertorio evoluciona a una estética neoclásica. El énfasis es crear un repertorio nuevo”, dice el director.

Para Gamonet hay un fenómeno global que tiene que ver con el acceso a las tecnologías de la información y a los programas de danza urbana o popular “que están complementando o creando más conocimientos acerca de la danza académica y la importancia que tiene en el desarrollo de cualquier disciplina dentro de la danza”.



Las celebraciones

El Ballet Nacional celebra sus 50 años con el estreno de Alicia, coreografía inspirada en Alicia en el país de las maravillas, que va hasta el 14 de mayo en el Gran Teatro Nacional. 

Este mes, la primera compañía nacional viajará a Alemania para participar en el Festival Internacional de Magdeburgo (el elenco viaja al extranjero desde su fundación; recientemente estuvo en España). Además, tienen planificados viajes a Trujillo y Arequipa para este año. Para la segunda temporada de funciones del año, en setiembre, presentarán un programa neoclásico, para lo cual traerán Apolo (1934), pieza del coreógrafo ruso George Balanchine.

“[Estrenar Apolo] es histórico para la compañía porque nos pone en el ámbito internacional, porque el permiso para bailar esta pieza no se le da a cualquier compañía, debe poseer un nivel técnico depurado y alto para hacer esos trabajos”, explica. 

A fin de año, el Ballet Nacional realizará una presentación renovada del clásico Romeo y Julieta, junto a la Orquesta Sinfónica Nacional. 

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–¿Cuál es su proyección con el Ballet Nacional con miras al 2021?

–Con mucha más visibilidad. Continuar nuestra presencia en escenarios internacionales, incrementar el número de artistas en la compañía, traer trabajos de reconocidos coreógrafos internacionales, que es sumamente importante para mantener la disciplina y el rigor en estas investigaciones, y, a la misma vez, crear una emancipación del gesto e imponer una nueva velocidad al estilo de la compañía. Y desaparecer el tabú de que el ballet es elitista y que se trata de príncipes y princesas. En estos días, el ballet tiene la capacidad de crear espectáculos que educan y entretienen. Y elevan el nivel técnico de los bailarines, preparándolos para un repertorio internacional.

Creación de públicos


El Ballet Nacional tiene entre sus labores el ofrecer un programa de funciones didácticas gratuitas, en el Gran Teatro Nacional, con miras a fortalecer la creación de nuevos públicos para las artes escénicas, educando a los muy jóvenes sobre la importancia de las artes en general. El formato incluye una pequeña presentación, al final hay un conversatorio entre el público y los artistas de la compañía. “¡Quién sabe que de acá a unos años tengamos a un buen bailarín que fue testigo de estas funciones!”, dice Jimmy Gamonet.

(FIN) DOP
JRA  

Video: Ballet Nacional repone "Alicia" en el GTN
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Publicado: 11/5/2017