Científicos del Instituto de Investigación para el Desarrollo Sustentable de Ceja de Selva (INDES-CES) de la Universidad Nacional Toribio Rodríguez de Mendoza (UNTRM) identificaron especies silvestres de tomate en la región Amazonas que son resistentes al déficit hídrico agudizado por el cambio climático, así como a plagas y metales pesados, lo que permite mejorar la producción y la calidad de esta hortaliza clave en la alimentación diaria.
La investigación, que comenzó a mediados de 2021 y que finalizó a inicios de este año, tuvo como principal motivación generar conocimiento y una propuesta viable de mejora de la producción de tomate -un cultivo muy sensible al estrés hídrico o escasez de agua, el clima cambiante, las plagas y los metales pesados- para los agricultores de la región Amazonas y de otras regiones del Perú.
“El agua es un recurso esencial para el desarrollo agrícola en nuestro país y en el mundo. La escasez de agua altera diversos procesos, tanto bioquímicos como fisiológicos, en el desarrollo de los vegetales, lo cual se refleja en un menor rendimiento y mayor costo de producción que afectan la economía de los agricultores. El cambio climático agudizó esta situación de déficit hídrico que afecta más a países como el Perú cuya producción agrícola depende mucho de las lluvias y la disponibilidad de agua”, manifestó José Tejada Alvarado, investigador principal del estudio, integrante del INDES-CES y catedrático de la Facultad de Ciencias Agrarias de la UNTRM.
Investigación
En diálogo con la Agencia de Noticias Andina, el científico refirió que para este estudio se recolectaron diversas de solanáceas o tomates silvestres identificados en las provincias de Bagua, Chachapoyas y Rodríguez de Mendoza, del departamento de Amazonas.
Se trata de las especies silvestres Datura stramonium, conocida por los agricultores locales como “Chamico”; Solanum sisymbriifolium, conocida como “Carbincho”; Solanum quitoense, conocido como “Chila”; y Cyphomandra betacea, conocido como “Tomate de árbol”. En total, se colectaron diez especies silvestres.
“Estas especies silvestres proliferan en condiciones de sequía y tienen resistencia a plagas, así como buena tolerancia a metales pesados como el cadmio. Crecen libremente en los cercos de las chacras, en los bordes de las carreteras y en las áreas destinadas al arrojo de desmonte”, comentó.
Con ayuda de los investigadores del herbario que posee el INDES-CIES se pudo clasificar a estas especies silvestres, determinando que pertenecen a la familia de las solanáceas, a las que también pertenecen los pimientos, los ajíes, la papa y la berenjena, por ejemplo.
Tejada Alvarado precisó que el estudio tuvo como objetivo evaluar la morfofisiología y la productividad de vástagos de tomate injertados en las solanáceas silvestres mencionadas, las cuales se cultivaron en un invernadero en condiciones de déficit hídrico para medir su capacidad de respuesta a este factor determinante en el desarrollo de los cultivos.
“Los resultados mostraron que las plantas de tomate injertadas a partir de la especie silvestre Datura stramonium o “Chamico” se comportaron mejor morfofisiológicamente bajo riego deficitario”, reveló.
Remarcó que la tolerancia general del vástago a partir del injerto de “Chamico” dio como resultado un mejor rendimiento de 8,14 kilogramos por planta, con un mayor número de frutos comercialmente valiosos.
“Además, el Datura stramonium permitió un mejor manejo y aprovechamiento del agua de riego, aumentando la productividad hasta 54,95 kilogramos por metro cúbico; es decir, se presenta como una especie con potencial para establecer áreas de producción de tomate en escenarios de escasez de agua o cultivo bajo riego deficitario”, subrayó.
También se evaluó el desarrollo agronómico de los injertos, su comportamiento bioquímico y también el rendimiento y calidad del fruto, aspectos estos últimos de interés para los agricultores.
Además del “Chamico” se observó y comprobó que el “Carbincho” también muestra una buena respuesta a las condiciones de estrés hídrico y mejor respuesta a plagas y tolerancia a metales pesados, dijo el investigador.
Los tomates generados a partir de estas dos especies silvestres “Chamico” y “Carbincho” mostraron un tamaño similar a los tomates comerciales, buen diámetro, mejor calidad de grado brix que mide la dulzura de un fruto, buen brillo y, sobre todo, no se generó malformación en los frutos, lo que demuestra que en términos de calidad también constituyen una excelente alternativa para los productores, enfatizó el investigador.
“Los resultados sirven como una alternativa para afrontar el impacto del cambio climático sobre la disponibilidad del agua, considerando que para controlar, mitigar y adaptarse al déficit hídrico se requiere el avance de la investigación sobre especies de flora silvestres prometedoras dado que estudios anteriores han demostrado que los parientes silvestres de ciertos cultivares son tolerantes a factores adversos, lo que permite el desarrollo de una agricultura sostenible y resiliente”, destacó.
Publicación en revista científica
Tejada Alvarado indicó que los resultados de esta investigación de los científicos del INDES-CES de la UNTRM fueron publicados en la revista Heliyon indexado en la base de datos de Scopus Q1.
Proyecto
Tejada Alvarado afirmó que esta investigación fue financiada por el proyecto “Creación del servicio de un laboratorio de fisiología y biotecnología vegetal de la Universidad Nacional Toribio Rodríguez de Mendoza, región Amazonas”, que tiene como objetivo generar conocimientos a través de las investigaciones en la línea de la fisiología vegetal de los cultivos más importantes económicamente de la región Amazonas.
Paquete tecnológico
El científico señaló que tras conocerse los alentadores resultados de esta investigación y comprobar que existen especies silvestres que pueden contribuir a mejorar la producción y calidad del cultivo de tomate, se está elaborando el paquete tecnológico respectivo para ponerlo a disposición de los agricultores.
Sostuvo que la implementación de este paquete tecnológico no requiere de equipos sofisticados y es de fácil comprensión por parte de los productores. Como ellos ya conocen a estas especies silvestres, lo que se necesita es recolectar los frutos, germinarlos e injertarlos en las plantaciones de tomate para obtener una mayor producción revigorizada y de mejor calidad de este cultivo, contribuyendo con ello a ampliar las áreas de producción de tomate en la región Amazonas y darles valor agregado a las especies silvestres.
Perfil del investigador
José Tejeda Alvarado es ingeniero agrónomo formado en la Facultad de Ciencias Agrarias de la Universidad Nacional Toribio Rodríguez de Mendoza y trabaja en el INDES-CES desde el año 2019, donde desarrolla investigación en biotecnología, cultivo in vitro y fisiología enfocada al estrés biótico y abiótico de los cultivos agudizados por el cambio climático. Asimismo, tiene una especialización en ejecución, monitoreo y cierre de proyectos de innovación.
Actualmente, el investigador estudia una maestría en “Cambio climático, agricultura y desarrollo rural sostenible” en la Universidad Nacional Toribio Rodríguez de Mendoza.
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