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NASA captura la imagen más nítida de la cima de la icónica nebulosa Cabeza de Caballo

Fue tomada con la NIRCam (cámara de infrarrojo cercano) del telescopio espacial James Webb.

Los astrónomos pretenden estudiar los datos espectroscópicos obtenidos para obtener información sobre la evolución de las propiedades físicas y químicas del material observado a través de la nebulosa.

15:27 | Lima, abr. 30.

El Telescopio Espacial James Webb de la NASA ha capturado las imágenes infrarrojas más nítidas hasta la fecha de una porción ampliada de uno de los objetos más distintivos del firmamento, la Nebulosa Cabeza de Caballo. Estas observaciones muestran la parte superior de las “crines del caballo” o borde de esta icónica nebulosa, que tiene unos 0,8 años luz de diámetro, bajo una luz completamente nueva, capturando la complejidad de la región con una resolución espacial sin precedentes.

Las nuevas imágenes del telescopio Webb, capturadas en el marco del programa Webb GTO 1192 y publicadas ayer en la revista científica Astronomy & Astrophysics, muestran una parte del cielo en la constelación de Orión, en el lado occidental de una densa región conocida como nube molecular de Orión B. 

Ubicada a 1300 años luz de de distancia, la Nebulosa Cabeza de Caballo, también conocida como Barnard 33, surge entre turbulentas olas de polvo y gas interestelar. Las nubes etéreas que aparecen de color azul en la parte inferior de la imagen están dominadas por hidrógeno molecular frío, mientras que las volutas de color rojo que se extienden por encima de la nebulosa principal representan principalmente gas hidrógeno atómico.


Origen de la nebulosa

La nebulosa, formada a partir del colapso de una nube de gas y polvo interestelar, brilla porque está iluminada por una estrella caliente cercana, Sigma Orionis. Las nubes de gas que rodean a Cabeza de Caballo ya se han disipado, pero el pilar que sobresale se compone de gruesos grupos de material y, por ende, es más difícil de erosionar. 

Los astrónomos estiman que a la nebulosa le quedan unos cinco millones de años antes de que también se desintegre. La nueva vista del telescopio Webb se centra en el borde iluminado de la parte superior de la estructura distintiva de polvo y gas de la nebulosa.

La Nebulosa Cabeza de Caballo es una conocida región de fotodisociación o PDR, donde la luz ultravioleta (UV) de estrellas jóvenes y masivas crea un área cálida y mayoritariamente neutra de gas y polvo entre el gas completamente ionizado que rodea a las estrellas masivas y las nubes en las que nacen. Esta radiación ultravioleta influye fuertemente en la química de estas regiones y actúa como una importante fuente de calor.

Estas regiones se producen donde el gas interestelar es lo suficientemente denso como para permanecer mayormente neutral, pero no lo suficientemente como para impedir la penetración de la luz ultravioleta de las estrellas masivas. La luz emitida por dichos PDR proporciona una herramienta única para estudiar los procesos físicos y químicos que impulsan la evolución de la materia interestelar en nuestra galaxia y en todo el universo desde la era temprana de activa formación estelar hasta la actualidad.

Debido a su proximidad y su particular geometría, la Nebulosa Cabeza de Caballo es un objetivo ideal para que los astrónomos estudien las estructuras físicas de las PDR, la evolución molecular del gas y el polvo dentro de sus respectivos entornos, así como las regiones de transición entre ellos. Asimismo, se considera una de las mejores regiones del cielo para estudiar cómo interactúa la radiación con la materia interestelar.

Instrumentos ópticos de vanguardia

Gracias a los instrumentos MIRI y NIRCam de Webb, un equipo internacional de astrónomos ha revelado por primera vez las estructuras a pequeña escala del borde iluminado de Cabeza de Caballo, que tiene unos 0,8 años luz de diámetro. A medida que la luz ultravioleta evapora la nube de polvo, las partículas de polvo son arrastradas fuera de la nube y transportadas junto con el gas calentado. Webb ha detectado una red de rasgos finos que rastrean este movimiento. Las observaciones también han permitido a los astrónomos investigar cómo el polvo bloquea y emite luz, y comprender mejor la forma multidimensional de la nebulosa.

Ahora, los astrónomos pretenden estudiar los datos espectroscópicos obtenidos para obtener información sobre la evolución de las propiedades físicas y químicas del material observado a través de la nebulosa. 

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Publicado: 30/4/2024