La Superintendencia de Banca, Seguros y AFP (SBS) manifestó hoy que las menores tasas de interés que cobre la entidad financiera pública agraria por otorgar créditos a los agricultores no pueden estar muy alejadas de las del mercado financiero privado.
De esta manera, la sostenibilidad económica de una entidad de desarrollo implica que las tasas de interés activas (las que se cobran por los préstamos) cubran el total de los costos y los riesgos de la entidad y ésta tenga rendimiento positivo en el largo plazo, refirió la jefa de la SBS, Socorro Heysen.
“Es decir que las tasas de interés que cobran (los bancos públicos) por los créditos no pueden ser muy distintas de las tasas de mercado. Así generan tasas de interés activas inferiores a las del mercado al fondearse (captar dinero) más barato y aceptar una rentabilidad menor que la banca privada. Esto es un banco (público) autosostenible”, dijo.
Esta es la filosofía de la mayor cantidad de bancos de desarrollo modernos en el mundo, enfatizó en la sesión conjunta de las comisiones congresales de Economía, Banca e Inteligencia Financiera, y Agraria, para tratar los proyectos de ley 1907-2017-CR y 3090/2017-CR sobre la conversión del Banco Agropecuario en Mi Agro.
Otro tipo de sostenibilidad económica podría acontecer es la asistida por transferencias presupuestales periódicas que cubren la diferencia entre la tasa de interés cobrada y la suma de los costos y riesgos de la entidad financiera pública, dijo. “Esto requiere planificación fiscal y rendición de cuentas”, agregó.
A continuación, comentó que si Agrobanco o Mi Agro no se apalanca (con fondos de terceros) existen pocos motivos para la supervisión de la SBS. “Pero si la entidad pone en riesgo los recursos de los ciudadanos puede generarse una necesidad de la participación de la SBS, siempre y cuando exista objetivo claro de sostenibilidad económica”, agregó.
“La sostenibilidad económica implica que los ingresos totales superen los costos y los riesgos, y que la entidad tenga una gestión de riesgos adecuada, políticas de diversificación de cartera (crediticia) y metas de cumplimiento de calidad de portafolio (crediticio)”, dijo.
Así es relevante para la SBS que en el marco legal que se apruebe se sienten las bases para una adecuada sostenibilidad económica a fin de que el supervisor del sistema financiero no tenga que estar aplicando acciones correctivas que impliquen requerimientos adicionales de provisiones o de capital, comentó.
“En nuestra gestión estamos realizando además requerimientos directos al Fonafe y al MEF para involucrar de cerca a los que representen más cercanamente a los accionistas de la entidad que son los ciudadanos”, dijo.
Costo del crédito agrario
En otro momento, reiteró que el otorgar préstamos agrarios es costoso y además tiene riesgos altos.
Así mencionó que el riesgo del crédito agrícola (probable pérdida por impagos) en las entidades microfinancieras es alrededor de 10 % y pensar en un riesgo crediticio agrícola en Agrobanco de 5 % es optimista o es ir a los agricultores de bajo riesgo, es decir los ya atendidos por la banca privada.
“Entonces si se tiene un apetito por riesgo menor al que tienen las entidades financieras (privadas), tenemos un banco (público) que dejar de ser trascendente porque el objetivo de una entidad financiera pública es atender a un mercado no atendido por la banca privada”, señaló.
Además los costos operativos de Agrobanco de 5% generan una baja calidad de cartera (crediticia) y una mora actual de 36%, mientras que en las instituciones microfinancieras el costo operativo de los créditos agrícolas es de 11%, destacó.
“Pensar en tener un costo operativo por debajo de eso (de 11%) es poco realista y si cobrará una tasa de interés por los créditos de 17 % en promedio en la práctica se está avanzando a pérdida, considerando los riesgos y los costos no realistas”, dijo.
Consideró necesario realizar un estudio serio y técnico de cuáles son los riesgos y costos de la actividad económica que se pretende financiar.
Consideraciones en proyectos de ley
En otro momento, destacó entre los aspectos relevantes abordados en los proyectos de ley para solucionar la situación de Agrobanco a la definición del cliente objetivo (pequeños productores), al límite de crédito acorde con dicha definición y a la ampliación de la base patrimonial.
Así como a la no captación de recursos de terceros que habilita la aplicación de los requerimientos de solvencia y la autorización para ejecutar un proceso de escisión (de activos) que podría ser posterior a la conversión del banco en fondo.
También mencionó algunos puntos que podrían mejorarse en los proyectos de ley o mediante decretos supremos posteriores que reglamenten la legislación como el referente a la presencia del objetivo de sostenibilidad económica.
Finalmente, recomendó mayor claridad sobre la autorización para escindir parte de los activos porque no queda claro contra qué se escinde el bloque de activos y cuál es el destino del mismo.
“Hay que tener cuidado en cómo se hace una escisión (de activos) porque se podría desencadenar el Régimen de Vigilancia (para la entidad)”, agregó.
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(FIN) MMG
JRA
Published: 9/12/2018