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Turismo y agroexportación tienen potencial para generar empleo en 2025

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03:00 | Lima, dic. 8.

El 2025 se vislumbra como un año crucial para Perú, con una economía que busca mantener su estabilidad en un entorno global desafiante y ante la necesidad de impulsar reformas estructurales internas.

Según el Banco Central de Reserva del (BCR), el crecimiento económico proyectado para el próximo año es de apenas 2.6%, reflejando una desaceleración frente a los años previos y evidenciando las limitaciones actuales para atraer inversiones y dinamizar la actividad productiva.




A pesar de estos retos, Perú cuenta con fortalezas clave que le brindan cierta resiliencia ante los choques externos. La balanza comercial del país alcanzó un récord de 20,000 millones de dólares en 2023, gracias a exportaciones que superaron los 70,000 millones, destacando los minerales como el cobre y el oro, que representan más del 40% del total. Asimismo, las reservas internacionales netas equivalen al 30% del Producto Bruto Interno (PBI), situando a Perú por encima de la mayoría de países de América Latina en términos de estabilidad financiera.

Juan José Marthans, ex director del Banco Central de Reserva, destaca que “ el país cuenta con un marco fiscal sólido y un sistema bancario resiliente, elementos clave para enfrentar un entorno global incierto. La deuda pública representa sólo el 33% del PBI, una de las más bajas en la región, lo que ofrece un margen de maniobra fiscal en comparación con economías más endeudadas como Estados Unidos (120%) o Japón (230%)”.

Por su parte, Pedro Torrealba, gerente general en Capitaria, advierte que “el 2025 traerá desafíos importantes. Las correcciones en los mercados globales, sumadas a un contexto geopolítico incierto, afectarán la inflación y el ritmo de la actividad económica. Perú no será inmune a estas presiones externas, por lo que la alternativa de inversión mediante el trading se ve muy favorable por las contingencias globales que moverán mercados”.

Retos internos


A pesar de estas fortalezas, Perú enfrenta retos significativos en el ámbito interno. La falta de reformas estructurales, el limitado acceso al financiamiento para pequeñas y medianas empresas (pymes) y un entorno político inestable continúan siendo barreras para el crecimiento sostenido. “La inversión privada, que es clave para la reactivación económica, creció 0% en el primer semestre de 2023. Este estancamiento refleja la incertidumbre de los empresarios ante la falta de políticas claras y un entorno institucional poco predecible”, comenta Marthans.

Además, la probabilidad de enfrentar el impacto del Fenómeno de El Niño en 2025, estimada en más del 50% la el Comisión Multisectorial encargada del Estudio Nacional del Fenómeno (ENFEN), plantea riesgos adicionales para la infraestructura y la producción agrícola, sectores críticos para el país.

¿Qué esperar en 2025?


La proyección para el próximo año incluye un crecimiento económico limitado, acompañado de un entorno político incierto ante las próximas elecciones generales. Ambos especialistas coinciden en que la prudencia será clave para los próximos años. 

“Es fundamental que las empresas peruanas desarrollen planes de contingencia y que el país priorice la diversificación económica. Sectores como el turismo y la agroexportación tienen un enorme potencial para generar ingresos sostenibles y empleo”.

Con su balanza comercial positiva y reservas robustas, Perú tiene la posibilidad de posicionarse como un referente en la región. Sin embargo, esto requerirá priorizar reformas estructurales y promover un entorno político y social más estable entre el sector público y privado a miras de  construir una economía más inclusiva y resiliente, 

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(FIN) NDP/GDS

Published: 12/8/2024
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