En carta dirigida al presidente de Uruguay, Tabaré Vásquez, el expresidente Alan García sostuvo que en el Perú las leyes y procedimientos se desnaturalizan por intereses políticos, al solicitar la protección de ese país hasta que cese el clima de persecución política que dice vivir en el país.
Sostiene que como parte del escándalo Odebrecht, se investigó al expresidente
Alejandro Toledo por el pago de 20 millones de dólares a cambio de la carretera Interoceánica; al expresidente Ollanta Humala por los aportes a su campaña, y al expresidente Pedro Pablo Kuczynski por supuestos servicios financieros cuando era ministro de Economía y Finanzas.
En su caso, sin embargo, manifiesta que
Marcelo Odebrecht y los altos funcionarios de su empresa no lo vincularon con actos ilícitos; tampoco existen declaraciones, delaciones o prueba de ilícito que lo vincule y además la comisión Lava Jato del Congreso concluyó que no hay nada que lo relacione con los temas investigados.
Dice además que la guerra por copar las instituciones y la Fiscalía en el país “crearon un clima de indefensión jurídica”, donde ni la verdad ni la ausencia de pruebas valen frente al uso de procedimientos investigatorios que exceden sus atribuciones.
Precisa también que desde que concluyó su segundo gobierno ha enfrentado varias investigaciones y asistió 48 veces a las fiscalías, juzgados y el Congreso, ninguna de las cuales concluyó en un proceso, pero sirvieron para lo que llama una “destrucción sistemática y periodística de mi imagen política”.
Como el Congreso de mayoría opositora no accedió a esta exigencia, según García, se acusó al partido fujimorista de haber recibido un millón de dólares de Odebrecht, se denunció a sus dirigentes como banda criminal y se ordenó la detención preliminar por 36 meses.
“La Justicia en el Perú vive una situación anómala, y la situación jurídica de un dirigente político opositor está gravemente amenazada. No hay fiscales ni jueces naturales o imparciales”, apuntó.
Refirió que la investigación en su contra por “enriquecimiento ilícito y lavado de activos” fue rechazada en cinco oportunidades y hace poco se difundió “la infamia” de que la empresa Odebrecht le pagó 100 mil dólares por una conferencia que dio a la Federación Industrial de Sao Paulo.
“Por tal causa, como Presidente electo en dos ocasiones y defensor de las libertades democráticas, me dirijo a Usted para solicitar la protección de la República Oriental del Uruguay, hasta que cese el clima de persecución política existente en mi país”, refiere.
(FIN) FHG
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Published: 11/18/2018