Andina

Juan Rodríguez, el cirujano que revolucionó la reconstrucción de extremidades [video]

Fue pionero en microcirugía de mano y reconstrucción de extremidades en hospital Guillermo Almenara de EsSalud

El doctor Juan Rodríguez fue pionero en microcirugía de mano y reconstrucción de extremidades en hospital Guillermo Almenara de EsSalud. Foto: ANDINA/Difusión

El doctor Juan Rodríguez fue pionero en microcirugía de mano y reconstrucción de extremidades en hospital Guillermo Almenara de EsSalud. Foto: ANDINA/Difusión

14:06 | Lima, feb. 4.

Lo que iba a ser una breve estancia en el Hospital Guillermo Almenara se convirtió en la misión de su vida. El médico Juan José Rodríguez Lazo llegó con la intención de quedarse un mes, pero se quedó 45 años, lo que significó un antes y un después en la cirugía de mano y reconstrucción de extremidades en la Seguridad Social del Perú.


A finales de los setenta, la microcirugía era aún un terreno desconocido en el país y la reconstrucción de manos, un procedimiento casi experimental. Un día, a Rodríguez Lazo y su equipo les dijeron que debían trasplantar dedos de una extremidad a otra. No había referentes locales en el sector público, pero sí la necesidad urgente de aprender y atreverse.

Fue así como la transferencia de dedos del pie a la mano se convirtió en una técnica habitual. Para aquellos que habían perdido un pulgar —fundamental para sujetar o agarrar objetos con la mano—, el procedimiento consistía en trasladar el segundo dedo del pie y darle una nueva vida en la mano.


"Es una operación sencilla, pero sin margen de error. Si fallas, el daño es doble: pierdes la mano y el pie", explica Rodríguez Lazo con la calma de quien ha realizado la maniobra cientos de veces.

El camino no fue fácil. Hasta entonces, las lesiones de mano solían atenderse en clínicas privadas, bajo el respaldo de seguros médicos. Pero cuando una nueva legislación trasladó los accidentes laborales al sistema público, el Hospital Guillermo Almenara se vio desbordado de pacientes con traumatismos severos. 

"Tuvimos que aprender de nosotros mismos, de pequeños éxitos silenciosos y otros grandes que nunca trascendieron", recuerda.



Rodríguez Lazo no mide su carrera en una única operación, sino en la suma de muchas. Reconstruyó manos mutiladas por accidentes industriales y atendió a niños de tan solo dos años, con la misma precisión con la que un pintor da su primer trazo.

Tras retirarse, cambió el bisturí por los pinceles. En la dirección del Hospital Almenara aún cuelga una pintura suya: un pie con cuatro dedos y una mano cuyo pulgar es, en realidad, el segundo dedo del pie derecho.

"Eso pasó en la vida real", dice con la misma naturalidad con la que enfrentó lo imposible.


Más en Andina:


(FIN) JRD/RRC
JRA


Published: 2/4/2025