Quienes vieron a José Tapia Pérez caminando por el Centro Histórico de Lima, con su paso firme y terno impecable, como si hubiese sido hecho a la medida, probablemente pensaron que se trataba de un empresario próspero o de algún importante funcionario.
La impresión, como admite el propio José, estudiante del octavo ciclo de la carrera de Economía en la Universidad de Piura, en la región del mismo nombre, es a todas luces comprensible: las experiencias que vivió luego de ganar el concurso Beca 18 y dejar su natal Santo Tomás, en la provincia cajamarquina de Cutervo, lo hacen ver con mayor madurez a pesar de su corta edad, transformándolo en un joven seguro de sí mismo y a la caza permanente de oportunidades para demostrar su talento.
“Cuando todo lo que has aprendido y continúas aprendiendo es tu principal carta de presentación, tu autoconfianza crece y se consolida. Cuando recuerdo cómo era cuándo salí de mi casa para irme a estudiar y vivir solo, apoyado únicamente por la beca, me sorprendo de lo duro que fue: sin familia, sin amigos, en una ciudad que no conocía. Hasta la comida me sabía distinta. Pero, conforme fui avanzando en mis estudios, entendí que todo valía la pena pues me llevó a donde estoy”, cuenta José, cuyo excelente rendimiento académico lo ha llevado recientemente a destacar en los primeros puestos del Curso de Actualización para Alumnos de Economía 2019 del Banco Central de Reserva del Perú (BCR), uno de los más ansiados y competitivos de su tipo al estar dirigido a los universitarios del interior del país. Este año, por ejemplo, 787 jóvenes postularon al curso, de los cuales fueron elegidos solo 30.
Al haber crecido en un distrito en el que la mayoría de los ciudadanos se dedica a la agricultura y ganadería, José aprendió desde muy pequeño lo importante que es administrar los recursos, que son limitados, para satisfacer las necesidades –a veces ilimitadas- de las personas.
“Junto a unos compañeros de clase, como parte de un proyecto de inclusión financiera, participamos en un programa de acceso a créditos que disminuía los costos de las transacciones. Este proyecto fue financiado por el Banco Mundial, así que cada miembro del grupo lo llevó a sus localidades de origen. Cuando empecé a implementarlo en Santo Tomás, muchos de mis vecinos se interesaron tanto que fueron difundiéndolo en base a sus propias experiencias, promoviendo sin saberlo una cultura de entendimiento y seguridad financiera”, precisa este joven talento, de 21 años.
Los recuerdos de este trabajo directo con las personas han motivado a José a encaminar su carrera hacia la investigación e implementación de programas similares, de corte social, que incidan en la calidad de vida de sus beneficiarios, tal y como ocurre con el concurso Beca 18.
“Si uno estudia siempre hay oportunidades. Gracias a mis buenas notas en el colegio llegué a Beca 18, y la beca ha marcado mi vida. Si no hubiera tenido este apoyo, probablemente no estaría en la universidad o me habría tardado más en terminar mi carrera, pues habría tenido que trabajar para poder pagarla. Ahora solo me falta un año para egresar y tengo la posibilidad de actualizarme en cursos como el del BCR, pues todos mis gastos están cubiertos por el Estado”, asegura José, quien ya regresó a Piura para continuar con su formación profesional.
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(FIN) NDP/MAO
Published: 9/12/2019