La revolución pendiente: de la ideología a la innovación con inteligencia artificial

Afirman que IA representa oportunidad histórica

INTERNET/Medios

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18:06 | Lima, ago. 7.

La IA representa una oportunidad histórica, pero también un riesgo profundo. Si no la entendemos, no la regulamos y no la desarrollamos desde nuestros contextos, seremos colonias digitales que consumen tecnología extranjera sin capacidad de agencia.

Tras cuatro años del Bicentenario de nuestra independencia, el país continúa atrapado en una narrativa polarizada entre izquierdas y derechas, con una institucionalidad debilitada, la inseguridad desbordada y una economía que resiste, pero no despega. Mientras tanto, el mundo ha cambiado. La inteligencia artificial ha dejado de ser una promesa y se ha convertido en una fuerza transformadora que redefine empleos, industrias, educación y ciudadanía. La gran pregunta es: ¿estamos listos?

El Perú necesita reenfocar su debate público. Ya no basta con mirar al pasado en clave ideológica. Hoy debemos preguntarnos, con pragmatismo, qué nos conviene como país para los próximos 20 años. Y la respuesta es clara: apostar por la innovación, el talento y la tecnología, como motores del desarrollo. Esa fue la ruta seguida por países como Corea del Sur, Singapur o China, que en menos de medio siglo pasaron del subdesarrollo a liderar industrias globales.


Talento

La estructura económica del Perú sigue anclada en materias primas. Pero eso tiene fecha de caducidad. La transición energética global, la presión por descarbonizar las industrias y la automatización masiva obligan a repensar nuestra matriz productiva. No basta con exportar cobre o litio. Debemos ser capaces de transformar ese conocimiento en servicios, patentes, software y soluciones.

Mientras Corea del Sur registra más de 12,000 patentes al año, Perú apenas alcanza las 20. El número no solo es simbólico: es una alerta sobre nuestra incapacidad de competir globalmente en innovación.

Una economía basada en conocimiento solo es posible si apostamos por el talento. En 2020, Perú apenas tenía 3500 estudiantes en universidades estadounidenses, frente a más de 400,000 chinos. Hoy la brecha sigue creciendo. La nueva competencia global no es por materias primas, sino por inteligencia, por ideas o por capacidad de innovación.

Pero en la era de la IA, formar talento no solo significa tener más ingenieros o científicos de datos, sino ciudadanos con pensamiento crítico, alfabetización digital y capacidad para convivir con tecnologías que evolucionan más rápido que la legislación. La escuela y la universidad deben enseñar a cuestionar algoritmos, entender los sesgos de la tecnología y participar activamente en su diseño.


Dependencia

La IA representa una oportunidad histórica, pero también un riesgo profundo. Si no la entendemos, no la regulamos y no la desarrollamos desde nuestros contextos, seremos colonias digitales que consumen tecnología extranjera sin capacidad de agencia.

El Perú necesita una estrategia nacional de innovación e inteligencia artificial que articule gobierno, academia y sector privado. Necesitamos definir qué valores queremos que la IA respete, cómo promover su uso ético y cómo evitar que agrave desigualdades ya existentes.

La independencia no es solo una celebración del pasado; es una tarea inacabada del presente. Seremos verdaderamente independientes cuando el conocimiento, la innovación y el talento peruano tengan voz en el mundo. Cuando dejemos de depender de ideologías que nos dividen y empecemos a construir una visión compartida del país que queremos ser.
Fomentar la innovación ya no es una opción. Es el único camino.

Escrito por: Por: Robinson Makiya, specialist in Digital Product Strategy & Marketing



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(FIN) NDP


Published: 8/8/2023