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Cáncer de mama metastásico: medicamentos innovadores pueden mejorar expectativa de vida

Especialista explica nuevas alternativas que evitan quimioterapia en tumores hormonales

Uno de los factores clave que médicos y pacientes toman en cuenta al elegir una terapia es la supervivencia global que ofrecen los tratamientos. Foto:ANDINA/Difusión

Uno de los factores clave que médicos y pacientes toman en cuenta al elegir una terapia es la supervivencia global que ofrecen los tratamientos. Foto:ANDINA/Difusión

15:44 | Lima, oct. 28.

Por Silvana Quiñonez Huete

El cáncer de mama metastásico es una etapa avanzada de esta enfermedad en la que el tumor original se disemina a otros órganos, como el hígado, los pulmones o los huesos. Aunque es incurable, los últimos avances médicos ofrecen a los pacientes la posibilidad de vivir más tiempo y con mejor calidad de vida.

La clave está en el diagnóstico temprano y el desarrollo de tratamientos innovadores menos invasivos que la quimioterapia tradicional”, declaró a la agencia Andina el doctor Joaquín Gavilá, oncólogo del Instituto Valenciano de Oncología, en España, quien se reunió con médicos del Perú para revisar información que permita a los pacientes redefinir su expectativa de supervivencia global, según los más recientes estudios.


¿Qué es el cáncer de mama metastásico?


De acuerdo con el especialista, el término "metastásico" se emplea cuando el cáncer se ha extendido desde su origen (sitio primario) a otras partes del cuerpo. Esto ocurre cuando las células cancerosas se desprenden del tumor principal, viajan por el torrente sanguíneo y llegan a otras áreas. 


Aunque muchas de estas células no sobreviven, algunas logran establecerse en nuevas zonas, donde comienzan a crecer y formar nuevos tumores, un proceso conocido como metástasis.

Se estima que aproximadamente el 30% de las mujeres diagnosticadas con cáncer de mama en etapas tempranas desarrollarán cáncer metastásico, lo que significa que la enfermedad puede reaparecer en diferentes partes del cuerpo meses, o incluso años después del diagnóstico y tratamiento inicial.

Normalmente, un tumor metastásico es incurable y el objetivo en esta situación es intentar que el paciente viva el máximo tiempo posible y que tenga la mejor calidad de vida”, agregó el doctor Gavilá.


Pacientes hormonosensibles


Los análisis del cáncer de mama comienzan con una biopsia que permite identificar las características del tumor, como su dependencia de hormonas (estrógenos o progesterona) o la presencia de proteínas específicas, como el HER2, que aceleran su crecimiento. 

El tumor más frecuente es el que va a ser hormonal positivo, es decir, el que sobreexpresa sus receptores hormonales, y esto ocurre en el 70% de los cánceres de mama”, resaltó el experto.

Para estos pacientes, mayoritarios en el diagnóstico, ha surgido una revolución médica con los inhibidores de ciclo celular, nuevos fármacos que han demostrado ser más eficaces y menos tóxicos que la quimioterapia, facilitando así la adherencia al tratamiento.


El tratamiento consiste en dos comprimidos: uno hormonal y otro con el inhibidor de ciclo celular, que bloquea el estímulo de las hormonas femeninas sobre las células cancerosas, logrando así un mayor control de la enfermedad con menos efectos secundarios.

El beneficio de los inhibidores de ciclo celular radica en su capacidad para prolongar la vida del paciente, reducir el tamaño del tumor y controlar los síntomas, mejorando notablemente su calidad de vida. 

Además, indicó que, en promedio, la mitad de los pacientes tratados con esta combinación de fármacos viven más de cinco años, cuando antes el tiempo medio era de tres. Además, su aplicación también permite a los pacientes mantener una vida activa, con menor necesidad de visitas hospitalarias o ingresos de emergencia debido a efectos adversos.

Nuevos tratamientos


La quimioterapia, aunque sigue siendo necesaria en ciertos casos, ha quedado relegada a situaciones donde las opciones más específicas no son suficientes. Esta diferencia se debe a que los tratamientos biológicos son menos invasivos; en lugar de actuar como un "cañonazo" que destruye células de manera generalizada, estos nuevos fármacos intervienen solo en aspectos concretos de la biología celular o tumoral.

Además, las investigaciones actuales apuntan a que estos fármacos podrían usarse en etapas más tempranas del cáncer de mama, ayudando a reducir el riesgo de recurrencia en pacientes con alto riesgo de metástasis. 

Los estudios continúan explorando otras combinaciones de tratamientos, como anticuerpos que introducen quimioterapia directamente en las células cancerosas, minimizando la toxicidad y maximizando la efectividad.


¿Cómo prevenir la enfermedad?


Aunque algunos factores biológicos están fuera de nuestro control, llevar un estilo de vida saludable, evitar el consumo de alcohol y mantener un peso adecuado pueden reducir de manera significativa el riesgo de desarrollar cáncer de mama.

Según el doctor Joaquín Gavilá, reducir las tasas de obesidad podría disminuir la incidencia de cáncer en general, no solo de mama. “La obesidad es, después del tabaquismo, el segundo factor de riesgo más relacionado con el desarrollo de cáncer. Si lográramos eliminar la obesidad, podríamos prevenir entre un 30% y un 40% de todos los casos.

Otro elemento importante es el diagnóstico temprano mediante las mamografías, dirigida a mujeres mayores de 40 años o que tienen antecedentes familiares de la enfermedad.


La búsqueda activa y el diagnóstico en la fase inicial mejoran las posibilidades de éxito en la curación y la supervivencia, teniendo en cuenta que el cáncer de mama es la causa más común de muerte por cáncer en mujeres a nivel mundial, situación que se replica en Perú, donde en el 2022 se reportaron 7,797 casos nuevos .


“La salud no tiene costo”


Para el especialista, los costos de estos nuevos medicamentos son una inversión en salud a largo plazo porque reducen el impacto económico y social de los tratamientos intensivos y permiten que los pacientes mantengan una vida laboral y familiar activa.

Al final la salud no tiene costo. Posiblemente estos fármacos sean más costosos que la quimioterapia, pero luego existen costes indirectos, que van más allá de lo económico. Con este tipo de fármacos, el paciente tiene una vida laboral activa, tiene menos efectos secundarios, va a cubrir menos urgencias y por tanto va a generar el consumo de menos recursos”, destacó.

Por último, resaltó la importancia de reducir los tiempos entre el diagnóstico y la primera intervención para mejorar los resultados del tratamiento; así como la necesidad de mejorar la adherencia a las campañas de prevención para aumentar la probabilidad de curación del cáncer de mama.

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(FIN) SQH/RRC
JRA

Published: 10/28/2024