Lima, ene. 05 (ANDINA).- Tres de los cuatro policías asesinados por los etnocaceristas que asaltaron la comisaría de Andahuaylas, fueron enterrados hoy en medio de dramáticas escenas de dolor de sus familiares, amigos y colegas de su institución.
Al homenaje póstumo que se realizó en el cementerio Santa Rosa de Lima de Chorrillos, asistieron el ministro del Interior, Javier Reátegui, y el director de la Policía Nacional, Félix Murazzo, y otras autoridades.
Murazzo entregó los pabellones nacionales a las esposas del mayor Carlos Cahuana y del suboficial Ricardo Rivera Fernández, y a la madre del capitán Luis Chávez Vásquez.
Durante la ceremonia fúnebre se leyó el decreto supremo que ascendía póstumamente a los valerosos miembros del orden.
El padre del mayor Cahuana saludó el féretro de su hijo y se despidió de él con la voz entrecortada.
"Te estoy enterrando hijo mío, te estoy enterrando con la gloria y los honores que te mereces, te quiero mucho hijo mío, descansa en paz y vela por nosotros Carlitos", expresó.
Similares gestos de despedida realizaron los familiares de los otros dos policías caídos en Andahuaylas.
En la víspera, el presidente Alejandro Toledo anunció que entregará viviendas y cubrirá los gastos de educación de los hijos de los policías asesinados.
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