Las investigaciones por corrupción contra el presidente de Brasil, Michel Temer, buscan retirarle de la vida pública e impedir que sea candidato a las elecciones de octubre, defendió la Presidencia un día después de la detención de varios allegados del mandatario.
"El atropello de los hechos y de la verdad busca retirar al presidente de la vida pública, impedirle continuar prestando relevantes servicios al país", afirma el comunicado enviado en la noche del viernes.
Esta es la primera reacción oficial de la Presidencia después de que la policía detuviera el jueves a varios allegados de Temer y empresarios por una causa que investiga si hubo irregularidades en la concesión de instalaciones portuarias.
La operación fue autorizada por el juez del Supremo Tribunal Federal (STF) Luís Roberto Barroso, quien investiga si Temer recibió sobornos para emitir en mayo de 2017 un decreto con el objetivo de beneficiar a compañías de este sector.
Los últimos avances de la Fiscalía, según varios analistas, podrían anteceder a una tercera denuncia por corrupción contra el mandatario. Temer se convirtió el año pasado en el primer presidente de la historia de Brasil en ser acusado formalmente durante el cargo, pero ambas denuncias fueron bloqueadas en la Cámara de Diputados.
La defensa de Temer siempre consideró una "farsa" aquellas acusaciones, argumento que recoge de nuevo el comunicado de la Presidencia.
"Sin tener hechos relevantes que investigar, autoridades intentan crear narrativas que generen nuevas acusaciones (...) Intentan una vez más destruir la reputación del presidente Michel Temer. Usan métodos totalitarios", asegura.
El texto comienza argumentando la inocencia del mandatario en esta trama que investiga si la empresa Rodrimar pagó propinas para aumentar la duración de sus concesiones en el Puerto de Santos (sureste), para lo que aporta trechos de la legislación.
Sin embargo para la Presidencia esta nueva ola de acusaciones solo tiene un objetivo: acabar con las intenciones de Temer de presentarse a las elecciones de octubre.
"Bastó la simple mención de la posible candidatura para que fuerzas oscuras surgieran para tejer nuevas tramas sobre viejos enredos maledicientes", asegura.
Pese a sus bajos índices de popularidad, Temer adelantó en una entrevista la semana pasada su intención de ser candidato a las elecciones, cambiando así la posición que mantenía desde su llegada al poder en 2016 tras la destitución de la izquierdista Dilma Rousseff, de quien era vicepresidente.
(FIN) AFP/SMA
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Published: 3/30/2018