Por Rodolfo EspinalEl grito de gol de Hugo "Cholo" Sotil en el minuto 25 del primer tiempo ante Colombia, no solo se escuchó en el estadio Olímpico de Caracas, fue celebrado a miles de kilómetros por millones de peruanos. Era el 28 de octubre de 1975, y Perú se convertía en campeón de Sudamérica (ahora Copa América) por segunda vez en su historia. La selección dirigida por Ricardo Gareca intentará 44 años después, emular esta gesta histórica.
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Habían pasado unos largos 36 años, tras la primera conquista en 1939. Los mismos años que, terrible coincidencia, soportamos para que Perú clasifique a un Mundial de fútbol (Rusia 2018).
¿Qué pasaba en Perú en octubre de 1975? Por esos días se había iniciado la segunda fase del gobierno militar de Francisco Morales Bermúdez, los limeños acompañaban la procesión del Señor de los Milagros, y se alistaban los festejos por el Día de la Canción Criolla.
Pero volvamos al fútbol. En 1973, Perú fue eliminado por Chile, el rival de siempre y no fue al Mundial Alemania 1974. En ese ambiente de decepción y desconfianza, el equipo peruano dirigido por "El chueco" Marcos Calderón - muerto en la tragedia del Focker en 1987- inició su preparación para el sudamericano, que a diferencia de ahora, no se jugaba en una sede fija.
Y el camino al cielo para la selección peruana estaba lleno de piedras. Un amistoso ante Ecuador en Quito tenía presagio de catastrofe.
Así lo recuerda el exlateral Jaime Duarte: "fuimos a jugar a Quito, al mediodía, con esa altura y ese sol asfixiante que hace en Ecuador. Perdimos 6 a 0. En la televisión dijeron ¡que le rompan el carnet a Marcos Calderón!".
Algunos sectores de la prensa peruana incluso exigieron que la selección no participe en el torneo para no hacer "papelones internacionales".
El festín con Chile
Perú enfrentó en la primera fase a Chile y Bolivia. Empatamos 1 a 1 con los mapochinos en Santiago con tanto del entonces crack del Independiente de Argentina, Percy Rojas. En la revancha, Perú se dio un festín ante los chilenos. Fue un 3 a 1 con un espectacular gol de chalaca de Juan Carlos Oblitas.
Bolivia nos llevó a los 3,800 metros de altura de Oruro, igual perdió 1 a 0 con gol de Oswaldo "Cachito" Ramírez. En Lima vencimos 3 a 1.
Para la semifinal nos tocó Brasil. Si bien el Scratch no contaba con Pelé ni los mágicos delanteros que campeonaron en México 70, formó un equipo competitivo en base al Cruzeiro y el Atlético Mineiro. Allí estaban Raúl, Nelinho, Wilson Piazza, Palinha y el desaparecido Roberto Batata.
La "hoja seca" a Brasil
Un inesperado, y sensacional triunfo de 3 a 1 en el Mineirao nos puso en el límite del cielo con un golazo de 'hoja seca' de Teófilo Cubillas y dos tantos de Enrique Cassaretto, cuyo saltito de celebración se ha vuelto casi una postal de aquella legendaria victoria.
Sin embargo, nada sería fácil para Perú. Brasil vino a Lima y nos ganó 2 a 0. Y se decidió por sorteo. Verónica, la nieta del presidente de la Confederación Sudamericana de Fútbol, el peruano Teófilo Salinas, sacó la bolilla que nos puso como finalista.
Hubo una serie de rumores tras el sorteo, como el congelamiento previo de la bolilla para favorecer a Perú. Nunca se probó nada, y quedó como una de esas tantas leyendas que siempre nos acompañan.
Conquista en Caracas
El primer choque con los colombianos fue en Bogotá. Perú cayó por 1 a 0. Para el partido de vuelta en Lima, los colombianos apelaron a la guerra de nervios recordando que Colombia nos había eliminado del Mundial Chile 1962, en el Estadio Nacional.
El entrenador de Colombia era Efraín "Caimán" Sánchez, el arquero de esa selección colombiana, a la que Perú miró confiado y se ahogó en el pozo del lamento.
Empero, nada puso evitar el triunfo peruano por 2 a 0. El resultado obligó a un tercer y último partido definitivo en Caracas.
Más de 30 mil aficionados en el Estadio Olímpico de Caracas, la mayoría venezolanos, fueron testigos de la coronación peruana. No importó la lluvia que afectó la cancha, el penal fallado por Teófilo Cubillas ante Pedro Zape. Sotil, estrella del Barcelona que no había jugado ningún partido por Perú en el torneo, vino, vio y venció el arco colombiano.
Tras el 1 a 0 final, las caravanas invadieron una Lima que, sin saber, celebró la última conquista inca en Sudamérica.
"Promesa a mi madre..."
Los diarios deportivos celebraron el título. La Crónica lo reseño así en su portada: "¡Campeones! Colombia cayó por 1-0" y destacó en su fotografía principal a Hugo Sotil con un preciso agradecimiento "¡Buena cholo!".
En su edición recoge declaraciones de la madre de Sotil, Nora Yerén, quien reveló que el delantero le había prometido el gol del triunfo.
Sotil, por su parte, dedicó el triunfo al Perú y señaló que con su gol quería borrar los comentarios injustos respecto a que no quería jugar por nuestro país por privilegiar al Barcelona. El "Cholo" fue el héroe de ese día, y seguro, lo será por siempre en el corazón de todos los peruanos.
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(FIN) RES
Published: 7/4/2019