Conoce la historia de Héctor Camacho, compadre y exmonaguillo del papa León XIV [Video]

Señala que la capilla de Yapatera era uno de los sitios favoritos de Robert Prevost.

ANDINA/Jhonel Rodríguez Robles

14:55 | Piura, may. 11.

Por Maira Flores Rodriguez, enviada especial

Yapatera es un pueblo ubicado en el distrito de Chulucanas, provincia de Morropón, en la región Piura. En esta pequeña y acogedora comunidad se erige la capilla Santa Rosa Cruz Pampa-Yapatera, lugar donde el Papa León XIV realizó sus primeros encuentros pastorales en 1985.

Héctor Camacho, padre de Mildred Camacho, ahijada del sumo pontífice, señala que este era uno de los sitios favoritos de Robert Prevost.

“Recuerdo que en ese tiempo a él le gustaba venir. Siempre llamaba a tres monaguillos, yo era uno de ellos y lo ayudábamos a celebrar la misa. También iba a las capillas de Fátima, de Palacio Blanco y Charanal Alto. Aunque eran capillas un poco destruidas, él siempre le ponía ganas y bastante gente asistía. Donde llegaba, el padre Robert siempre era muy bien recibido”.

Camacho explica que Prevost siempre procuraba dar misa en estos lugares golpeados porque quería a ayudar a los más necesitados, era una persona muy humilde.

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En el caso de la capilla Santa Rosa Cruz Pampa-Yapatera, celebraba misa de lunes a viernes. Asimismo, recuerda que oficiaba la misa de Santa Rosa los días 30 y 31 de agosto.

Héctor Camacho conoció a León XIV el mismo año que llegó de misión a Chulucanas, ya que habían avisado en la comunidad que buscaban jóvenes interesados en ser monaguillos.

“Yo estaba en el colegio y en la reunión que convocaron para ser monaguillos vi a muchos amigos conocidos, lo que me animó a formar parte del grupo”, detalla.

Menciona que, desde ese momento, Robert Prevost se convirtió en su guía espiritual, al mismo tiempo que lo asistía durante las misas. “Tiene un carisma para llegar a la gente, tiene un aura que cuando te acercas a él te llenas de energía, fe y positivismo.

Rosalía Isabel Delgado Gallo de Albuquerque, coordinadora de esta capilla por 28 años, recuerda que el nuevo papa llegó para la ceremonia de confirmación de unos jóvenes. Menciona que él era una persona muy amable y cariñosa con la comunidad.

"Cuando se anunció su nombramiento, fue un momento de mucha alegría y emoción. Incluso lloré. Ahora pediremos para que lo iluminen y nos dé fuerzas para seguir unidos. Debemos seguir su ejemplo y enseñar a los niños y jóvenes a participar para que el pueblo salga adelante, y queremos que él nos ayude en sus oraciones".

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Bautizo de Mildred

La amistad entre Héctor Camacho y Robert Prevost se afianzó tanto con los años, incluso cuando el nuevo papa debió volver a Estados Unidos. Fue debido a esta conexión que se animó a pedirle ser padrino de su hija.

“Con él pues, debido a la amistad, me atreví a decirle si podría bautizar a mi hija y él, gracias a Dios, accedió. No me rechazó. Lo que sí dejó claro es que debía ser un día en que él pudiera estar en Chulucanas ya que tenía una agenda eclesiástica que seguir.

Recuerda que llegó el día de la ceremonia y fue a verlo en la noche, para de ahí dirigirse a la Iglesia San José Obrero. Posteriormente, fueron a la casa junto a un pequeño grupo de invitados allegados a la familia.

“Siempre he estado muy cercana al Padre Robert, él siempre es cercano, no solo con mi familia sino con todos".

Emoción a flor de piel

Camacho comenta a la Agencia Andina que en los días de cónclave tenía sentimientos encontrados pues no estaba seguro si Robert Prevost sería elegido nuevo líder de la Iglesia Católica. Dentro de su corazón, él oró para que sea elegido.

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“Yo andaba en mi moto cuando salió el humo blanco. Me dedico al reparto de pollo en el mercado. Cuando estaba llegando a mi casa, mi hija me llama gritando, alborotada, eufórica y me dice: ‘¡ganó mi padrino!’ Hasta ahora sigo sintiendo mucha emoción. No podía ni abrir la puerta de mi casa, apenas pude entrar, comencé a gritar”, recuerda tratando de contener las lágrimas por el histórico momento.

Enfatiza que solo puede pedir que Dios lo cuide y bendiga, ahora que tiene una ardua labor mundial, está seguro de que realizará un gran trabajo. “La gente va a conocer su carisma y su don de persona”.

Su historia alrededor del mundo

Héctor Camacho señala que sigue asombrado que la historia de él y su hija haya llegado a tantos rincones del mundo. Le dijo a su hija Mildred que no era necesario hacer alarde de su cercanía con el sumo pontífice, que lo mejor era tener perfil bajo.

Sin embargo, un amigo que es periodista lo llamó diciendo que la prensa llegaría a su casa y en poco tiempo unos 8 periodistas ya estaban en su puerta.

“Han venido a mi casa y aún siguen llegando más periodistas. Nos han llamado de Francia, Italia, España, Estados Unidos, Bulgaria, Bolivia, Argentina, Chile. La verdad no pensábamos que esto sucedería. Aún nos preguntamos qué nos pasó, qué nos sucedió.

Revela que cuando le preguntó a unos periodistas franceses sobre cómo se han enterado ellos de la noticias, le respondieron: “este es el punto ahorita”.

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