Andina

Nueva Carretera Central: ¿Cuáles son los retos en infraestructura?

Cada fase requiere una ejecución minuciosa

ANDINA/Difusión

ANDINA/Difusión

20:57 | Lima, feb. 22.

La Nueva Carretera Central es un megaproyecto de infraestructura que transformará la conectividad entre Lima y la sierra central del Perú. Con una extensión de 185 kilómetros, la vía contará con cuatro carriles, un separador central, 33 kilómetros de túneles y 19 kilómetros de viaductos elevados, lo que la convierte en una de las obras viales más ambiciosas del país. Su construcción demandará una inversión superior a los 24,000 millones de soles y generará 12,000 empleos directos y 100,000 indirectos.

Además de fortalecer el comercio y la economía regional, permitirá reducir el tiempo de viaje entre Lima y Junín de seis horas a aproximadamente dos horas y media. Sin embargo, la magnitud de este proyecto presenta una serie de desafíos en infraestructura que deben abordarse estratégicamente para garantizar su éxito y sostenibilidad a largo plazo.




"La Nueva Carretera Central exige un gran conocimiento técnico y una planificación rigurosa. Desde el diseño de los túneles hasta la construcción de los viaductos, cada etapa demanda precisión y soluciones innovadoras para asegurar la seguridad y funcionalidad de la vía. Es por ello, que es fundamental contar con profesionales bien capacitados para enfrentar los retos geológicos, climáticos y logísticos, y garantizar que el proyecto cumpla con los estándares más altos de calidad y sostenibilidad”, señaló Jose Ignacio Pacheco, decano de arquitectura de la Universidad de Ciencias y Artes de América Latina (UCAL).

A medida que avanza la construcción de la Nueva Carretera Central, surgen diversos desafíos que deben ser superados para garantizar el éxito de este megaproyecto. En ese sentido, el decano de arquitectura de UCAL explica cuáles retos clave y las posibles soluciones que asegurarán la viabilidad y sostenibilidad de esta obra:

- Integración del diseño con el entorno natural: la carretera atraviesa diversas zonas geográficas, incluyendo valles, montañas y áreas de alto valor ecológico. En este sentido, uno de los principales retos es evitar la fragmentación de ecosistemas y la alteración de cauces de agua, lo que requiere la implementación de viaductos elevados, pasos de fauna y sistemas de drenaje eficientes. Asimismo, el uso de materiales que se integren visualmente con el paisaje y la aplicación de técnicas de construcción de bajo impacto, como estructuras modulares o cimentaciones poco invasivas, pueden contribuir a reducir la huella ecológica del proyecto.

- Diseño de túneles y viaductos en terrenos complejos: con 33 kilómetros de túneles y 19 kilómetros de viaductos elevados, se requiere una planificación precisa para garantizar la estabilidad estructural. La elección de materiales y tecnologías de construcción debe responder a la geología del terreno y a las condiciones sísmicas de la región.

- Infraestructura resiliente ante condiciones climáticas extremas: la Nueva Carretera Central enfrentará condiciones climáticas extremas, como lluvias intensas, huaicos y bajas temperaturas en zonas de gran altitud, lo que puede generar erosión, deslizamientos y deterioro prematuro de la infraestructura. Para garantizar su resiliencia, es fundamental implementar un sistema de drenaje eficiente, estructuras de contención y pavimentos de alta resistencia térmica, además de integrar tecnología de monitoreo en túneles y viaductos para prevenir fallas y asegurar su operatividad a largo plazo.

- Diseño urbano en zonas de conexión: la integración de la Nueva Carretera Central presenta el desafío de garantizar que la infraestructura vial no interrumpa la vida diaria de las comunidades locales. El diseño debe considerar intercambios viales eficientes que eviten congestiones, accesibilidad peatonal segura para los residentes, y la creación de espacios de servicio que sirvan tanto a los viajeros como a las personas de las zonas aledañas, sin generar impactos negativos en la movilidad local ni alterar la convivencia urbana. Para ello, se debe priorizar la planificación de intercambios viales bien diseñados que faciliten la fluidez del tráfico sin afectar el acceso de los habitantes a sus hogares y comercios. 

Cabe resaltar que, la incorporación de pasos peatonales seguros y bien conectados, así como puentes y pasos a desnivel, garantizará la movilidad sin poner en riesgo a los peatones. “Además, es fundamental diseñar espacios de servicio estratégicamente ubicados, como paraderos, áreas de descanso y comercios, que no solo beneficien a los usuarios de la carretera, sino que también promuevan el desarrollo económico de las comunidades cercanas, mejorando su conectividad y calidad de vida”, concluyó el académico.


Más en Andina:




(FIN) NDP/GDS

Published: 2/22/2025