El gato andino es la imagen de la nueva moneda de un sol que puso en circulación el Banco Central de Reserva (BCR) y que forma parte de la serie numismática Fauna Silvestre Amenazada del Perú. Conoce los detalles de esta especie de felino silvestre en peligro de extinción.
De acuerdo al Servicio Nacional de Áreas Naturales Protegidas por el Estado (
Sernanp), el gato andino (
Leopardus jacobita) es considerado el felino silvestre con el mayor grado de amenaza de América del Sur y uno de los que cuenta con el menor número de registros a escala mundial ya que son pocos los reportes de avistamiento de esta especie.
La zona de distribución donde habita este felino abarca las regiones montañosas de los Andes, al centro y sur del Perú, y al norte de Bolivia, Chile y Argentina. En el Perú se puede avistar a esta especie en el parque nacional Huascarán, en la reserva nacional Salinas y Aguada Blanca, reserva Nor Yauyos Cochas y en la reserva Subcuenca del Cotahuasi.
Su hábitat llega a alcanzar entre los 3,000 y 4,800 metros sobre el nivel del mar, en lugares muy recónditos y montañosos, donde las temperaturas medias son muy bajas (de 0 ºC y 4 ºC), hay frecuentes heladas y las precipitaciones son escasas. Ocupa, por tanto, un hábitat muy frágil.
El gato andino es un pequeño felino, cuyo pelaje es predominantemente gris cenizo con manchas café rojizo-amarillento que se disponen en forma vertical a ambos lados del cuerpo tomando la apariencia de franjas continuas.
De tamaño dos veces más grande que un gato doméstico, se trata de uno de los más atractivos felinos silvestres y el único que presenta rayas en su pelambre.
Se caracteriza por tener una cola muy larga (66 a 75 por ciento del largo de cabeza y cuerpo), gruesa, cilíndrica, de aspecto felpudo y con seis a nueve anillos anchos de café oscuro a negro. Sus patas también presentan bandas o manchas oscuras más delgadas, pero que no llegan a formar anillos completos.
Las peculiaridades comunes de los distintos ambientes donde habita el gato andino son la aridez y las temperaturas extremas, con escasa vegetación y una geomorfología heterogénea, con parches rocosos que afloran en el paisaje. En esos parches rocosos es donde se acumula la mayor riqueza de especies, sobre todo en zonas cercanas a los cursos de agua.
Según la ONG
Alianza Gato Andino, aparentemente la existencia de agua corriente es un factor importante para la presencia del gato andino; así como la presencia de vizcachas o chinchillones (
Lagidium viscacia o
L. peruanum), habitantes permanentes de los roquedales y que son la presa principal de este felino. A pesar de la poca información que existe sobre el gato andino y sus requerimientos, se puede afirmar que su hábitat es naturalmente fragmentado y de alta fragilidad. La especificidad de las vizcachas en ambientes rocosos probablemente es también un factor que influye en la distribución del gato andino y la densidad de su población.
Características taxonómicas
El gato andino posee un pelaje extremadamente denso, suave, gris plateado y muy fino –de hasta cinco centímetros de largo en la espalda–. Su vientre tiene una tonalidad pálida con manchas oscuras. Presenta franjas gris oscuro prominentes en el pecho y las patas delanteras. Las orejas son grandes y ligeramente redondeadas.
La parte trasera de estas es gris oscura, su nariz es negra y cuenta con un agudo sentido de la audición gracias a sus tímpanos bastante desarrollados, lo que lo ayuda en la caza.
En la cara exhibe unas líneas negras semicirculares que bajan desde los ojos hacia las mejillas, así como también coloración blanquecina alrededor de la boca. Las patas del gato andino son robustas, anchas, marcadas con rayas y manchas negruzcas. Las plantas de sus patas son café gris.
Su rasgo más sobresaliente es la larga cola esplendorosa de más o menos dos tercios de la extensión de su cuerpo, y el hecho de que la parte inferior de esta tenga pelos tan largos y tupidos como en la parte superior hace que sea perfectamente cilíndrica.
Su diseño muestra seis a nueve anillos anchos oscuros y su remate es negro. La cola la utiliza para abrigarse enroscándola alrededor de su cuerpo cuando duerme y cubriendo su nariz con ella. Además, al parecer le ayuda a mantener el equilibrio cuando corre tras los roedores que son sus presas.
Este gato salvaje puede alcanzar un largo de 60 a 80 centímetros (cm), más la cola de unos 35 cm; la altura hasta los hombros es de 35 cm; pesa entre cuatro y siete kilos y llega a vivir hasta 16 años en cautividad.
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(FIN) MAO
GRM
Published: 7/3/2019