Considerados como uno de los activos más potentes en la era digital e incluso el más valioso de muchas organizaciones, los datos se han convertido en una ventaja competitiva crucial en diversos sectores. Según Laureate Perú, Banca y Finanzas, Telecomunicaciones, Retail y Comercio Electrónico, Salud, Educación y Minería son los sectores peruanos que han avanzado significativamente en madurez digital y en la adopción de estrategias orientadas a los datos.
“Muchas de las empresas de estos seis sectores han entendido que el futuro de los negocios es la interpretación de datos, es por ello que ya están implementado estructuras organizacionales donde se enfatiza la relevancia del uso de los datos para la toma de decisiones y la generación de valor. Podemos ver desde la explotación de datos como la consolidación de equipos especializados con múltiples roles relacionados a ello, así como también la designación de cargos ejecutivos enfocados en el uso estratégico de y la generación de valor con datos y analítica avanzada”, afirmó Juan Diego Morzán, Chapter lead de AI solutions en Laureate Perú.
Uso de la data en el sector público
Por otro lado, el uso de la data en el sector público peruano está generando mucha expectativa. En la actualidad, Perú se encuentra en el nivel más alto en madurez digital y desarrollo de gobierno electrónico junto a Uruguay, Chile, Argentina y Brasil, además de liderar el ranking mundial en apertura de datos gubernamentales, ocupando el primer lugar entre 193 países. Sin embargo, a pesar de estos avances significativos, las instituciones públicas peruanas enfrentan varios desafíos para adoptar plenamente un enfoque “data-driven”. Según Juan Diego Morzán y el Especialista en Gobierno de Datos, Luis Enrique Almeyda, coinciden en que las principales debilidades y obstáculos son las siguientes:
1. Falta de Infraestructura Tecnológica: Aún hay limitaciones en la infraestructura tecnológica en muchos territorios del país, especialmente en zonas rurales. La conectividad es esencial para recolectar y procesar datos en tiempo real, pero el acceso desigual a la tecnología sigue siendo un desafío importante.
2. Capacidades y Competencias Limitadas: Existen brechas en las capacidades técnicas del personal gubernamental para gestionar y analizar grandes volúmenes de datos. Si bien el país ha avanzado en capital humano digital, aún falta entrenamiento especializado en el uso de herramientas de análisis de datos, inteligencia artificial y machine learning en muchos sectores del gobierno.
3. Fragmentación de Datos: Las bases de datos gubernamentales a menudo están fragmentadas y no interconectadas, lo que dificulta la integración de la información entre las distintas entidades públicas. Esto genera ineficiencias en la gestión de los datos y retrasa la toma de decisiones basadas en evidencia.
4. Falta de Cultura de Uso de Datos y Resistencia al Cambio: Aunque se está promoviendo la digitalización, muchas instituciones públicas aún no han adoptado plenamente una cultura de uso de datos en sus procesos de toma de decisiones. Esto se debe en parte a una resistencia al cambio y la falta de incentivos claros para emplear análisis basados en datos en lugar de decisiones más intuitivas o constituidas gracias a precedentes tradicionales.
5. Problemas de Seguridad y Privacidad: La creciente cantidad de información que manejan las entidades públicas requiere sistemas más robustos para garantizar la privacidad de los ciudadanos y prevenir ciberataques. Sin una estrategia clara en seguridad, el riesgo de vulneraciones de datos aumenta considerablemente.
6. Bajo Nivel de Participación Ciudadana: A pesar de los avances en digitalización, la participación ciudadana a través de plataformas digitales sigue siendo limitada. Las instituciones públicas no siempre involucran a los ciudadanos en la co-creación de políticas, lo que reduce la capacidad de obtener datos útiles para la mejora continua de los servicios.
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(FIN) NDP/GDS
Published: 9/27/2024