Andina

Declaran a danza "Tatash" de Huánuco como Patrimonio Cultural de la Nación

Expresión cultural que celebra actividad agrícola, organización social y economía de las culturas andinas del Perú

Por tratarse de una expresión cultural que celebra la actividad agrícola, fundamental dentro de la cosmovisión, organización social y economía de las culturas andinas del Perú, el Ministerio de Cultura declaró Patrimonio Cultural de la Nación a la danza Tatash, del anexo de Hualgoy y del centro poblado de La Florida, distrito de Llata, provincia de Huamalíes, región Huánuco.

Por tratarse de una expresión cultural que celebra la actividad agrícola, fundamental dentro de la cosmovisión, organización social y economía de las culturas andinas del Perú, el Ministerio de Cultura declaró Patrimonio Cultural de la Nación a la danza Tatash, del anexo de Hualgoy y del centro poblado de La Florida, distrito de Llata, provincia de Huamalíes, región Huánuco.

13:20 | Lima, jun. 14.

Por tratarse de una expresión cultural que celebra la actividad agrícola, fundamental dentro de la cosmovisión, organización social y economía de las culturas andinas del Perú, el Ministerio de Cultura declaró Patrimonio Cultural de la Nación a la danza Tatash, del anexo de Hualgoy y del centro poblado La Florida, distrito de Llata, provincia de Huamalíes, región Huánuco.

Mediante una Resolución del Viceministerio de Patrimonio Cultural e Industrias Culturales fortaleciéndose con su práctica la transmisión de los conocimientos y saberes tradicionales, constituyendo una manifestación altamente simbólica y representativa que genera un gran sentido de pertenencia y permite afianzar la identidad y la memoria colectiva local.

Tatash es una danza que escenifica el proceso completo de la producción tradicional de la papa, desde la selección del terreno, su limpieza, su roturación, la siembra, el cuidado frente a animales perjudiciales, hasta la cosecha y el almacenamiento de los tubérculos.


Es una danza que rinde homenaje a la siembra y el cultivo de la papa, tubérculo fundamental de la economía y vida cotidiana de la población andina. Tatash es un vocablo quechua que no cuenta con una traducción precisa, aunque los habitantes de La Florida y Hualgoy señalan que hace referencia a una especie de papa oriunda de la zona cuya producción oscila entre el primer y segundo lugar en la región Huánuco y a escala nacional. Tatash también significaría agricultor, hombre trabajador.

La danza Tatash se practica en dos zonas: el centro poblado La Florida y el anexo de Hualgoy, pertenecientes al distrito de Llata, provincia de Huamalíes, departamento de Huánuco. En la actualidad, el anexo de Hualgoy pertenece a la jurisdicción de La Florida, centro poblado al cual se adscribió en octubre del año de 1957.

En términos de las características del territorio, el anexo de Hualgoy se ubica hacia el norte de la ciudad de Llata, en la margen derecha del río Huarayragra, sobre las faldas del cerro Huaino; mientras que el centro poblado La Florida se encuentra ubicado a 3 kilómetros de la ciudad de Llata, bajo una cadena de montañas, entre las que se encuentran los cerros Cuchimachay y Vientojirca.

La danza Tatash atravesó por un proceso de revitalización a partir de la década de 1940, pues su práctica había decaído hacia la década de 1920. Este se realizó a partir de los conocimientos y experiencia de la profesora y directora de la escuela de La Florida, de los pobladores, autoridades y danzantes mayores de la comunidad que habían ejecutado la danza en su juventud.


La revitalización de la danza Tatash se consolida en la década del cincuenta, coincidiendo con la creación de Hualgoy como anexo. Ese mismo año, se culminó el techado de la escuela primaria de La Florida y la comunidad participa en el primer concurso de danzas costumbristas del distrito de Llata, durante la celebración de las Fiestas Patrias. La revitalización de la danza Tatash respondió a su vez a la urgencia del centro poblado La Florida por participar en la celebración de Fiestas Patrias del distrito de Llata. El concurso incentivó a otras localidades a presentar alguna danza que se hubiese dejado de practicar, revitalizándose y enriqueciéndose a partir de estampas y de la memoria colectiva.

La danza Tatash del centro poblado La Florida y del anexo de Hualgoy es festiva, alegre y muy dinámica, con movimientos variados y exigentes por el esfuerzo físico que deben realizar los danzantes. Ésta se representa en distintos momentos del año, siendo los principales, las fiestas patronales de cada zona, el 30 de agosto, en el caso del centro poblado de La Florida y el 16 de junio, en el anexo de Hualgoy, donde se celebra a la imagen del Sagrado Corazón de Jesús. Asimismo, se ejecuta durante las celebraciones por las Fiestas Patrias que se realizan en ambas localidades.

La comunidad promueve la participación de niños, niñas, jóvenes y adultos, quienes durante la ejecución de la danza utilizan herramientas típicas para el cultivo, cuyo conocimiento asociado se transmite de generación en generación. Conforme los habitantes de La Florida y Hualgoy avanzan en edad, van rotando en los personajes que caracterizan durante la danza, asegurando así la continuidad de esta expresión cultural y su importancia para fortalecer el sentido de pertenencia de los comuneros.


Respecto a los personajes y escenas que se representan en la danza, éstos cumplen una serie de roles dentro del ámbito productivo, siendo caracterizados a través de la vestimenta tradicional y el uso de instrumentos y elementos tradicionales que, a su vez, forman parte del universo simbólico relacionado a la producción de la papa en la región andina.


En primer lugar, se encuentran "los viejos", que representan a los dueños de la chacra y el cultivo. Estos se desplazan ágilmente durante la puesta en escena de la danza. La chakuash (vieja), junto a su pareja el ruku (viejo), es la dueña de la chacra y juega un papel directivo como gestora del proceso agrícola. Este rol se expresa especialmente cuando su cuerpo es presentado como receptor de la labor de los aradores y los chankish (sembradoras, gorriones); así como en los juegos de sexualidad con el ruku y el garawanku (cuidador de la sementera). 

Su significado se complementa, además, con su rol de hilandera cotidiana. El ruku, por su parte, también está en control del cultivo y se mantiene atento ante las intenciones amorosas y sexuales del qarawanku sobre la chakuash.

En segundo lugar, aparecen los labradores o chakmeadores, también llamados tatash, quienes representan a los agricultores en el papel masculino de la actividad, portando una chakitaqlla, herramienta ancestral utilizada por el poblador andino para trabajar la tierra. Danzan en grupo frente al grupo de los chankish, representado originalmente por tres o cuatro niños vestidos de niñas.

Mientras los tatash abren los surcos en la tierra, los chankish ayudan a voltear el terreno y a introducir las semillas en la tierra. El chakmeador o tatash cumple un rol masculino mientras que el chankish complementa la simbología de la dualidad al ser representado como un ser femenino; asimismo, la presencia de este personaje expresa el importante papel que juegan las aves en la reproducción agrícola.

Siguiendo lo señalado por el expediente, es un fenómeno generalizado en las danzas rituales andinas que todos los participantes sean varones, debiendo disfrazarse para representar roles femeninos. Paulatinamente, esto ha ido cambiando y, desde hace pocos años, los niños y las niñas de Hualgoy y La Florida actúan como chankish (gorriones) en la representación de la danza Tatash. En cuanto a las características de los movimientos de cada uno, los pasos de los chakmeadores son uniformes mientras que los saltos de los gorriones son ágiles y toman la delantera de acuerdo a la indicación del cajero, músico que toca a la vez el pinkullo y la caja o bombo regional.

En tercer lugar, se encuentra el garawanku, cuidador de las sementeras, sobre todo durante las fases de cultivo y de siembra, que actúa frente a la presencia del añas (zorrillo) que constantemente escarba la tierra buscando las semillas.

El garawanku es un astuto joven campesino que aprovecha cada descuido de su patrón, el ruku, para enamorar a la patrona, la chakuash. Juntos recorren toda la parcela representando la selección de los espacios para la siembra.

El añas o zorrillo, por su parte, tiene una presencia importante en los campos de la agricultura y la salud, al ser considerado propiedad de los dioses de los cerros (por su condición de salvaje) y motivo de narraciones míticas. Por lo general, es rechazado por el fuerte olor de su orina, pero sus movimientos tienen gracia por su forma y pelaje; es representado por un niño ágil que porta pieles de zorrillo en el pecho y la espalda.

Danza


En cuanto al desarrollo de la danza, esta presenta tres momentos centrales compuestos por diferentes escenarios así como por mudanzas, las cuales se presentan como unidades de movimiento que representan un tema determinado, desarrollado por los personajes y que, en su conjunto, constituyen una figura coreográfica.

El primer momento da inicio a la celebración: la cuadrilla se desplaza a diferentes espacios públicos e instituciones (calles principales, municipio, gobernación, entre otros) hasta llegar al espacio de representación central. Es aquí donde se da el segundo momento y cuando se muestra el contenido central de la danza Tatash: la especificidad de la siembra de la papa en las chacras de Hualgoy y La Florida


El tercer momento consiste en la representación central, en que se desarrollan acciones paralelamente. Mientras en el centro se representa la siembra de la papa por los tatash y los chankish (gorriones) en una coreografía ordenada en hilera; los viejos, el garawanku y el zorrillo se desplazan danzando por los espacios periféricos. 

Por su parte, la chakuash es ocasionalmente abrazada, besada y rodeada por una pierna del ruku o el garawanku, o caen al suelo uno encima del otro, levantándose inmediatamente.

El garawanku, por su parte, está ligado a otro elemento contextual, en que éste aparece en una pequeña choza y junto a un perrito atado a ella, que representa la habitación que lo cobija al cuidar el sembrío por las noches, mientras espanta y persigue continuamente al zorrillo. Este último se desplaza entre los espacios periféricos y el central, mientras la pareja de ancianos lo hace principalmente en la unidad escénica central. 

El zorrillo cruza ocasionalmente el espacio central, haciendo como si escarbara la tierra y orinara a cualquiera de los personajes, provocándolos, lo cual lo hace un personaje activo y jocoso. Además de perseguir al zorrillo con su waraka (honda), el garawanku, en sus intentos ocasionales de enamorar a la chakuash, genera la reacción del ruku para apartarlo, lo que también genera risas entre el público asistente.

La cantidad de mudanzas que se dan durante la representación de la siembra, cosecha, almacenamiento de las papas y guardado de instrumentos de la labranza no es fija, variando entre 7 a 12 etapas de representación. 

A estas se suma la mudanza conocida como rueda, que se da entre cada una de las etapas representadas de la actividad agrícola y que consiste en el desplazamiento dinámico de los labradores alrededor de los chankish que ocupan el espacio central, marcando el movimiento corporal que les caracteriza: un trote suave siguiendo la música, imitando el golpe del piso con la calcilla (pequeña herramienta para labrar la tierra).

Las mudanzas representan las distintas fases productivas y el simbolismo presente en el cultivo de la papa: el tratamiento del terreno, la siembra propiamente dicha, el enamoramiento, el cuidado de las sementeras y el depósito de la cosecha y guardado de los instrumentos en el almacén o pirwa


En primer lugar, se ejecuta la mudanza denominada chakra manay (pedido del terreno), en la cual toda la cuadrilla se desplaza dentro de la chacra; la pareja de viejos va por delante o a los costados, en la parte central van los labradores y los chankish, frente a frente, lo siguen el garawanku y el zorrillo. Esta mudanza representa el recorrido por el entorno del terreno para su delimitación de sembrado, concluyendo con la llegada al lugar donde se realizará la escenificación del proceso agrícola propiamente dicho.

Luego se encuentran las mudanzas relacionadas a la preparación del terreno: shala waklay (hacer a un lado el cascajo), que significa botar las piedras de la superficie el terreno para iniciar las labores de labranza y kulu jitay (botar tronco) que consiste en arrancar y botar los troncos viejos y las raíces de árboles.

Las siguientes mudanzas son aquellas relacionadas a la siembra: kuncha, para cercar el espacio de sembrado y hacer que los animales entren y abonen la tierra con sus desechos; continúa el sukla gatay (techado de la choza), que dará abrigo al garawanku que cuidará la sementera; luego se realiza la mudanza kuncha ishpakuy (dejar guano), que duplica los movimientos que hacen alusión a dejar el desecho. Le sigue la mudanza rayway, que representa la apertura de surcos para depositar la papa, en la que, al son del compás, cada chakmeador hunde la chakitaqlla y simultáneamente cada chankish acerca su azada al piso, roturando la tierra de forma paralela. El desplazamiento de los danzantes se da avanzando y retrocediendo en trechos largos.

A continuación, la mudanza palma o uchuy raway (surcos pequeños) representa el ordenamiento de los chakmeadores, de dos en dos, frente a la escena central, en la que se ubica un chankish o gorrión frente a cada chakmeador, el cual retrocede y hunde por intervalos cortos la chakitaqlla, mientras que el chankish simula abrir un pequeño hoyo donde coloca las semillas. Durante las mudanzas rayway y palma, el danzante zorrillo se coloca de cuclillas avanzando al lado de los gorriones, haciendo como si rascara el suelo.

Luego continúan las mudanzas relativas a la cosecha, el almacenamiento de la papa y el matazorrillo, momento que busca garantizar una buena cosecha para la siguiente temporada. Mientras la pareja de viejos, el garawanku y los chakmeadores aparentan estar a la expectativa, el danzante que representa al zorrillo entra saltando y se coloca delante de ellos dándoles la espalda, para luego inclinarse y hacer como si moviera su colita para lanzarles su orina. Todos caen al suelo, como si estuviesen cegados por la orina del zorrillo, pero una vez repuestos, entre todos lo sujetan y lo eliminan. 

El garawanku carga al zorrillo en su espalda, el cual ya está quieto, representándose así su muerte; finalmente, lo deja frente al público y las figuras de autoridad que se encuentran presentes. Acto seguido, la chakuash vuelve a colocarse en cuclillas mientras que los chakmedores dirigen sus azadones hacia el pecho de ésta, apuntando simultáneamente sus arados hacia arriba, formando entre todos un espacio circular. Esta mudanza recibe el nombre de pirwa, granero o troje de mimbre, espacio delimitado por un cerco de varas. 

Por último, el garawanku se coloca al centro de la escena, envuelve las casillas (parte metálica) de sus arados con su honda y los ata, simulando guardar sus instrumentos de labranza hasta el siguiente año. La parte final de la danza Tatash, llamada aywala (despedida), corresponde al retiro de la cuadrilla, el cual se realiza con expresiones de alegría y amistad. Los danzantes se marchan de dos en dos, dando giros al bailar; lo cual busca mostrar el disfrute de la fraternidad.

Acompañamiento musical


La música que acompaña a la danza Tatash se ejecuta con dos instrumentos: la caja o bombo regional y el pinkullo o pito, aerófono tradicional de la zona. Estos son tocados simultáneamente por el cajero. Para la población, los músicos ocupan un lugar especial por ser acompañantes en etapas específicas de las danzas representativas de sus comunidades. 

Son conocedores de diversas tonadas y son personajes clave para la reproducción de estas expresiones, dado que participan de su desarrollo marcando la secuencia, la calidad de la coreografía y hasta en la selección de los danzantes.


La danza contiene una visión cosmológica integradora de elementos naturales y sociales, dando cuenta de la memoria que conservan y transmiten sus portadores en el tiempo. Uno de los aspectos que cabe resaltar es el uso del quechua, lengua propia con la cual se denominan las mudanzas y los personajes protagonistas de la danza, hecho que contribuye con la reafirmación de la cultura local.

La danza Tatash constituye un claro ejemplo de cómo las comunidades, de manera autónoma, promueven y organizan procesos de revitalización de sus expresiones culturales, las cuales son valoradas socialmente por representar los saberes, simbología y prácticas propios de su localidad, cumpliendo un rol significativo en la continuidad del vínculo de las nuevas generaciones con su entorno y su historia.

La Resolución Viceministerial encargar a la Dirección de Patrimonio Inmaterial en coordinación con la Dirección Desconcentrada de Cultura de Puno y la comunidad de portadores, la elaboración cada cinco años de un informe detallado sobre el estado de la expresión declarada, de modo que el registro institucional pueda ser actualizado en cuanto a los cambios producidos en la manifestación, los riesgos que pudiesen surgir en su vigencia, y otros aspectos relevantes, a efectos de realizar el seguimiento institucional de su desenvolvimiento y salvaguardia, de ser el caso.

La norma lleva la firma del viceministro de Patrimonio Cultural e Industrias Culturales, Luis Felipe Villacorta Ostolaza.

(FIN) LZD/MAO

También en Andina:




Published: 6/14/2018