Los tres periodistas rusos asesinados en República Centroafricana investigaban sobre la presencia de la empresa paramilitar rusa Wagner, en un país en el que Rusia desplegó estructuras militares, indicó el miércoles el organismo con el que colaboraban.
El reportero de guerra Orkhan Dzhemal, el documentalista Alexander Rastorguyev y el camarógrafo Kirill Radchenko fueron asesinados el martes de madrugada cerca de Sibut por hombres armados, en el centro del país, según fuentes centroafricanas y rusas.
Colaboraban con el Centro de Gestión de Investigaciones, un proyecto lanzado por el magnate y opositor en el exilio Mijail Jodorkovski.
Los tres individuos "volaron el 27 de julio a República Centroafricana para filmar imágenes sobre las actividades de la empresa militar privada Wagner en ese país", explicó ese organismo en su página de Facebook.
El grupo Wagner fue creado por un exoficial del GRU (servicios de inteligencia militar rusos), Dmitri Utkin.
Las empresas militares privadas, que carecen de existencia legal, están prohibidas en Rusia. Wagner ha estado implicada desde junio de 2014 en los combates del este de Ucrania con los separatistas prorrusos, según medios y servicios ucranianos.
En Siria, ha actuado en paralelo al ejército ruso, que desde septiembre de 2015 interviene en apoyo del régimen de Bashar Al Asad.
En la actualidad, la justicia estadounidense lo acusa de estar detrás de una "máquina de trolls", supuestamente originaria de los mensajes virales aparecidos en internet para favorecer a Donald Trump durante la campaña presidencial, en 2016.
En la cadena independiente Dojd, la redactora jefe adjunta del Centro de Gestión de Investigaciones, Anastasia Gorshkova, indicó que los tres periodistas rusos asesinados habían intentado entrar en una base el domingo, en la que se encontrarían empleados de Wagner.
Se les negó el acceso porque no llevaban ninguna acreditación del ministerio de Defensa local, añadió, precisando que un "consultor" de la misión de la ONU los había estado asesorando para organizar sus desplazamientos.
Según la portavoz de la diplomacia rusa Maria Zajarova, los reporteros no informaron a las autoridades rusas de su presencia en República Centroafricana. "Este viaje fue declarado como turístico", añadió en la cadena Rossia 24.