Pero ese volumen puede reducirse con medidas sencillas.
En toda vivienda, el área de baño genera el 65% del consumo familiar de agua –allí están el lavamanos, la ducha y el inodoro–, en tanto que el 35% restante se reparte entre la cocina y otros ambientes.
Para promover el ahorro, Sedapal recomienda, por ejemplo, no dejar el grifo abierto mientras una persona se cepilla los dientes, sino emplear un vaso con agua.
Un vaso de agua es suficiente para completar el aseo bucal, comentó Hans Barrera, al detallar que con esa medida sencilla una familia ahorra hasta 15 litros de agua por persona por día.
Del mismo modo, los duchazos no deberían exceder los cinco minutos, con lo cual la familia ahorraría hasta 35 litros por persona por día, manifestó el vocero.
Y si uno no quiere llevar un reloj al baño para controlar los cinco minutos, bastaría con poner una canción en el teléfono celular y sabría que la ducha termina junto con la canción.
Por último, el agua que se emplea para lavar las frutas y las verduras en la cocina puede reutilizarse para el lavado de ollas y sartenes o en el regado del jardín.
“Allí, el ahorro llega a 11 litros adicionales –comentó Hans–, todo lo cual podría reducir hasta el 15 % del recibo mensual”.
Cuidado con el desagüe
En cuanto a los cuidados de la red de alcantarillado, el funcionario dijo que los restos de aceite en ollas y sartenes no deben arrojarse al sumidero, sino recolectarse en una botella descartable y, luego, llevarlos al tacho de basura.
“Cuando va directo al desagüe, la grasa se mezcla con otros residuos y genera una pasta que termina adherida a los ductos hasta obstruirlos por completo, tal como ocurre con el colesterol en las arterias del cuerpo humano”, comparó el servidor de Sedapal.
Además, el inodoro no debe emplearse como un botadero para arrojar papel higiénico, toallitas húmedas, pañales y otros objetos.
“Es necesario cambiar hábitos, promover el uso racional del agua y crear conciencia de ahorro”, enfatizó Hans Barrera.
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