En la actualidad, el ecosistema emprendedor en el Perú ha evolucionado a pasos agigantados, permitiendo que más personas tengan la iniciativa de emprender creando nuevos negocios en diversos rubros, ya sea con ideas sociales o con fines empresariales.
En ese sentido, existen “start-ups”, que son empresas en estado temprano que tienen una idea de negocio o un producto encaminado con un potencial de crecimiento y realizan ajustes en el camino para posicionarse en el mercado.
No obstante, dentro del ecosistema existe otro término que va a un nivel más avanzando llamado “scale-up” y que aún no es muy utilizado en Perú.
Al respecto, la directora ejecutiva de Endeavor Perú, Debbie Jaffe, explicó que “se denomina scale-up a una empresa que no llega a ser tan nueva como una start-up, tiene en promedio cuatro años en el mercado, facturan desde un millón de dólares y crecen 20 % cada año”.
Agregó que las
“scale up tienen un importante compromiso con su emprendimiento y con la sociedad e influyen en la economía al generar puestos de trabajo.
A diferencia de una start-up, un scale-up tiene validado su producto en el mercado y ha demostrado su sostenibilidad y se encuentra en un punto de inflexión, es decir el negocio se encuentra en un proceso de crecimiento decisivo, señaló.
Asimismo buscan crecer dentro o fuera del país o incluso cambiar su línea de producto y algunas buscan financiamiento para el cumplimiento de sus metas, añadió.
Consejos para avanzar
En ese contexto, la directora ejecutiva de Endeavor destacó cuatro pasos para convertir una start-up en una scale-up:
1.- Desde el principio, piensa en grande: La idea, el diseño, el concepto y las primeras instancias de tu negocio, producto o servicio deben estar planificadas desde el inicio para que este pueda escalar.
Por ejemplo: Si tu emprendimiento está enfocado en el rubro gastronómico, como es el caso de un restaurante, plantéate desde el inicio ser una cadena internacional de restaurantes o una franquicia de aquí a cinco o siete años.
Es importante que los fundadores o socios tengan desde el inicio metas para crecer a grandes pasos y el negocio se vuelva atractivo para un inversionista o futuro socio.
2.- Arma tu equipo: En una start-up, todo el equipo se involucra en todas las actividades y hacen un poco de todo dentro de la empresa. En el modelo scale-up, se deben establecer áreas específicas dentro de la organización conformado equipos de trabajo y se debe escoger a trabajadores motivados con la filosofía de la empresa.
Es importante realizar una inversión en el equipo, contratar colaboradores nivel senior o un director de marketing (o finanzas o producto u operaciones) que tenga experiencia en el rubro y aporte en la empresa con sus conocimientos.
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3.- Aplicar buena estrategia de marketing: Debes tener un equipo de marketing que pueda dirigir la estrategia de ventas de la organización. En la etapa de
start-up normalmente depende de su crecimiento orgánico haciendo uso de recomendaciones o más conocido como el “boca a boca”. Sin embargo, en la etapa scale-up se debe elaborar una
estrategia que pueda orientar las ventas de la organización.
Por ello, se debe tener en claro el target y asignar un presupuesto que permita conseguir y conectar clientes, porque sin ello no se podrá hacer conocido el negocio. Se debe tener en claro a qué canales se dirigirse y no escatimar en gastos.
Esto se puede hacer a través de alianzas y se recomienda preparar un plan de acciones que se aplique cada mes y ver qué resultados va a traer.
4.- Trabaja con indicadores: Todo es medible. Mientras exista una mayor organización y una mejor medición de los objetivos será favorable para que el negocio escale. Es importante plantear metas por periodos de tiempo específicos durante tu conversión de start-up a scale-up.
Los inversionistas potenciales van a pedir a la scale-up indicadores como “unit economics”, “cost-per-acquisition”, “lifetime value of a customer”, entre otros.
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(FIN) MMG
Publicado: 16/4/2018