Andina

Peruanos descubren fósil de cachalote enano que vivió hace 7 millones de años en Arequipa

Tenía una gran nariz y un hocico muy grueso a manera de ladrillo

Fósil de cachalote fue hallado en la localidad de Sacaco (Arequipa); la nueva especia ha sido denominada "Scaphokogia totajpe". Foto: Difusión

Fósil de cachalote fue hallado en la localidad de Sacaco (Arequipa); la nueva especia ha sido denominada "Scaphokogia totajpe". Foto: Difusión

21:18 | Lima, abr. 22.

Hace un año se anunciaba el hallazgo de los fósiles de la única ballena de cuatro patas de Sudamérica en la región Ica y, en tiempos de coronavirus, la ciencia tiene una buena noticia para compartir. Investigadores del Museo de Historia Natural (MHN) de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos (UNMSM) descubrieron una nueva especie de cachalote enano que vivió hace siete millones de años en las playas de la región Arequipa.

La nueva especie, hallada en la localidad de Sacaco (Arequipa), ha sido denominada Scaphokogia totajpe, de la lengua müchik “tot” (cara) y “ajpe” (grande), y se convirtió en la primera especie bautizada en esta lengua oriunda del Perú.

Este nuevo descubrimiento se suma a otros hechos en distintos años y que reafirma la hiperdiversidad de cetáceos de la Formación Pisco (formación geológica en la costa desértica meridonial de Ica y Arequipa), uno de los más importantes yacimientos de fósiles marinos excepcionalmente preservados en todo el mundo.

La investigación estuvo a cargo del biólogo Aldo Benites-Palomino, del Museo de Historia Natural de la UNMSM; el paleontólogo Rodolfo Salas-Gismondi (MHN y Universidad Peruana Cayetano Heredia) y el investigador Mario Urbina (MHN).


Contaron con la valiosa colaboración del Instituto Smithsonian de Investigaciones Tropicales de Panamá; del especialista Jorge Vélez, del Museo de Historia Natural de Los Ángeles; el Museo Nacional de Historia Natural de los Estados Unidos Smithsonian.
 

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Este extraño animal vivió en un tiempo en que el mar peruano era uno de los sitios más diversos del planeta, incluyendo numerosas especies de aves marinas, peces, tiburones, focas, perezosos nadadores y cetáceos.

Entre toda esta diversidad de animales, uno de los grupos más diversos y exitosos fueron los cachalotes (Physeteroidea). A diferencia del resto de cetáceos dentados, los cachalotes se caracterizan por tener un cráneo con los orificios nasales externos de distinta proporción.

Orificios nasales


El orificio nasal izquierdo es gigante y su uso exclusivo es para la respiración; el derecho está conectado a una serie de órganos (complejo nasal) muy especializados, responsables de la emisión sonora.

Para soportar estos órganos tan especializados en la cabeza, el cráneo de estos animales se ha deformado a manera de plato. Contrariamente a sus parientes actuales que solo se alimentan de calamares por succión, siete millones de años atrás habían distintas especies de cachalotes que se alimentaban en todos los niveles de la cadena alimenticia.

Así, iban desde pequeños animales piscívoros como el Koristocetus pescei o depredadores medianos como el Acrophyseter deinodon, hasta gigantescos hipercarnívoros como el célebre Livyatan melvillei.

Tras analizar de forma meticulosa la anatomía craneana de este nuevo animal, el equipo se dio con una sorpresa: este se estaba alimentando de una manera muy distinta a la de sus parientes modernos.

El nuevo cachalote fósil poseía una anatomía craneana muy compleja, que planteaba muchas interrogantes debido a que tenía el cráneo excavado a manera de taza, lo que indicaba que tenía una gran nariz y poseía un hocico muy grueso a manera de ladrillo.

Los huesos del cráneo revelaban que los músculos eran mucho más fuertes que los de sus parientes modernos (cachalotes enano y pigmeo). El rostro tenía ese aspecto tubular, debido a que el hueso se encontraba engrosado en la parte inferior, a manera de lastre; esta condición se veía favorecida debido a que el hocico estaba desviado hacia abajo.

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Esto sugería que el Scaphokogia totajpe se alimentaba cerca al fondo del mar, en los ambientes poco profundos en que vivía. El gran desarrollo de su complejo nasal le permitía hallar y cazar a sus presas (pulpos y peces de la familia Soleidae, comúnmente conocidos como lenguados) cerca del lecho marino.

Junto al estudio de esta nueva especie, el equipo también redescribió al Scaphokogia cochlearis, con base en nuevos restos fósiles.

Este nuevo cachalote enano se añade a la ya megadiversa comunidad de cetáceos de la Formación Pisco e indica que durante el Mioceno Tardío este ambiente benefició notoriamente la diversificación de estos mamíferos marinos, en  especial los cachalotes.

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(FIN) LIQ/JOT
JRA

Publicado: 22/4/2020