Es teniente primero e historiador de la Marina de Guerra del Perú, jefe del Departamento de Asuntos Históricos y Patrimonio Documental, y autor de cuatro publicaciones relacionadas con la Armada peruana, textos fundamentales para conocer y entender la historia del Perú.
Durante su infancia, Michel Laguerre Kleimann encontró en los relatos de su abuelo paterno, don Miguel, un connotado ejecutivo de Phillips Peruana, la savia para alimentar su curiosidad y entender su compleja procedencia. Las historias de sus antepasados, las fotos en blanco y negro de los tatarabuelos se contraponían a la realidad iqueña llena de campo, lugar donde nació. Inspirado por un tío, eligió ser marino, y se dedicó a las ciencias humanas e historia por pura vocación.
Hoy, a sus 33 años, ocupa el cargo de jefe del Departamento de Asuntos Históricos y Patrimonio Documental de la
Marina de Guerra del Perú. A su labor le pone alma, vida y corazón, pues desde que ingresó a la institución de Miguel Grau como oficial entendió que la historia naval peruana no debía anclarse en la época de la Guerra del Pacífico. “Mi peruanidad se ha fortalecido”, nos dice.
“
Soy parte de un grupo de marinos que tienen una nueva perspectiva de estudio de la historia naval, pues esta data desde 1580. No es solo republicana. Aquel año, la Armada de los Mares del Sur, en la que se originó la nuestra, se organizó para enfrentar la amenaza de sir Francis Drake, corsario inglés que quiso ingresar en las aguas del Pacífico”, relata este
servidor público.
Rescate del pasado
A Michel le brotan las historias como cascadas. Cuenta, por ejemplo, que durante el Virreinato zarparon del puerto del Callao expediciones que descubrieron islas en la Polinesia y Oceanía, así como estrechos en Australia. Hemos sido, dice, grandes difusores de la civilización europea en esos lugares. También recuerda que fue un marino peruano, el capitán de navío Aurelio García y García, quien estuvo al mando de la misión que abrió relaciones diplomáticas con el imperio del Japón y China en 1872.
Pero a este marino, con calificación en electrónica, le fascinan el primer y el segundo gobierno de Augusto B. Leguía, pues en su gestión, sobre todo en el oncenio, no solo invirtió en adquirir nuevas
unidades navales, como submarinos, sino que también orientó la fuerza naval hacia la modernización.
“Es el presidente que autorizó la creación de la Marina de Guerra del Perú, y tuvo la visión de modernizarla de manera integral, no solo equipándola, sino también formando profesionales inspirados por la Armada estadounidense, que desde comienzos del siglo XX ha sido líder en el mundo”.
Escritor y marino
Joven marino y autor, así como conversa, tiene el talento de escribir. Michel es un prolijo autor joven. En el 2013 publicó su primer libro, Tres héroes navales lambayecanos, en coautoría con Héctor López Martínez. Dos años después, El oncenio y el desarrollo de la Armada peruana.
Mientras que el año pasado escribió dos libros: U. S. Naval War College & La Escuela Superior de Guerra Naval del Perú; y Guise, un marino británico peruano para todos los tiempos. “La Marina es una institución con riquísima historia”, explica.
“Va de la mano de la
historia del Perú. Así como tenemos Costa, Sierra y Selva, poseemos un gran dominio marítimo. Los ríos, lagos y mar tienen un gran potencial para el futuro del Perú, y la historia lo valida: la conquista llegó por mar, la independencia también, el comercio sale por el mar y recordemos que el habitante de Caral tuvo una relación simbiótica con el mar. Nuestra historia marítima es grandiosa”.
Hoja de vida
Este servidor público se formó como oficial de marina en la Escuela Naval (2002-2006).
Obtiene la Maestría de Historia de la Escuela de Graduados de la PUCP con calificación sobresaliente (2011-2014).
Estudia un programa de especialización de relaciones internacionales de la Fundación de la Academia Diplomática del Perú.
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Publicado: 14/2/2018