Una herramienta basada en inteligencia artificial que permite evaluar con mayor precisión el daño estructural en viviendas afectadas por un sismo de gran magnitud ha sido desarrollada en el Centro Peruano Japonés de Investigaciones Sísmicas y Mitigación de Desastres (CISMID), de la Facultad de Ingeniería Civil (FIC) de la Universidad Nacional de Ingeniería (UNI).
La investigación, liderada por el Dr. Miguel Díaz, contó con la participación de los ingenieros Luis López, Michel Amancio López, Italo Inocente, Jhianpiere Stainer Salinas, Sergio Isuhuaylas, Erika Flores y Edisson Moscoso. “Es una gran satisfacción liderar un equipo donde estudiantes y expertos trabajan codo a codo. Porque la tecnología, por sí sola, no es suficiente: necesita del conocimiento y la experiencia. Y eso es precisamente lo que hemos construido juntos”, añade Díaz.
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"Durante más de 35 años en el laboratorio de estructuras del CISMID hemos reproducido y medido el daño que causa un
terremoto. Ahora hemos introducido un nuevo parámetro que se llama ratio de longitud de grietas, el cual hemos correlacionado con el nivel del daño observado en experimentos”, indicó. el Dr. Miguel Díaz, líder del proyecto.
Esta herramienta representa un avance clave para Lima y el Callao, donde cerca del 80 % de las viviendas están construidas con muros de mampostería confinada. En situaciones de emergencia, la IA puede ser una aliada decisiva.
Además, esta herramienta no solo ayuda a reducir el margen de error en la toma de decisiones sobre la habitabilidad de viviendas, sino que también busca proteger al ingeniero que va a evaluar el daño luego de un
terremoto. “A partir de este nivel de daño nosotros podemos tomar muchas decisiones. Por ejemplo, si la familia puede regresar a habitar sus viviendas o si deben ir a los refugios. Esta herramienta ayuda a tomar decisiones oportunas como si se debe demoler o rehabilitar la vivienda”, expresó Díaz.
La metodología funciona en dos etapas: primero, la IA detecta y cuantifica fisuras en fotografías tomadas tras un sismo; luego, compara esa información con datos de laboratorio para calcular el nivel de daño. Además de mejorar la precisión, esta innovación también busca proteger al personal encargado de las inspecciones estructurales.
Con este avance, la UNI reafirma su compromiso con la innovación científica orientada al bienestar social. La herramienta no solo representa un salto tecnológico en la evaluación post-sismo, sino también una esperanza concreta para miles de familias que, tras un desastre, necesitan respuestas rápidas y seguras. Convertir datos en decisiones que salvan vidas es hoy una realidad construida con conocimiento, colaboración y tecnología nacional.
(FIN) LEC/SPV
Publicado: 18/6/2025