Andina

Perú resucita en las Eliminatorias y rompe las cadenas del pasado

La selección está más viva que nunca y se aferra a la pelea por un lugar en la clasificación.

Con goles de Andy Polo y Paolo Guerrero, Perú vence 2-0 a Bolivia al final del primer tiempo en el Estadio Nacional de Lima por las Eliminatorias al Mundial 2026. Polo abrió el marcador con un potente remate, y Guerrero amplió la ventaja con una gran definición dentro del área. Foto: ANDINA/ Luis Iparraguirre

Con goles de Andy Polo y Paolo Guerrero, Perú vence 2-0 a Bolivia al final del primer tiempo en el Estadio Nacional de Lima por las Eliminatorias al Mundial 2026. Polo abrió el marcador con un potente remate, y Guerrero amplió la ventaja con una gran definición dentro del área. Foto: ANDINA/ Luis Iparraguirre

04:33 | Lima, mar. 21.

Por Marcelo Eslava

¿Será el fin del mal momento? La noche cayó sobre el Estadio Nacional como un cántico de redención. La Blanquirroja, que tantas veces tropezó en su propio lamento, se alzó con una victoria que sabe a esperanza. Bolivia fue el rival, pero el verdadero enemigo estaba en casa: la incertidumbre y la desconfianza sembrada por derrotas amargas.

Y sin embargo, bajo la dirección de Óscar Ibáñez, un viejo conocido de tiempos mejores, la selección volvió a encontrar su voz. Este partido era un abismo o un puente, y los peruanos eligieron cruzarlo. Andy Polo encendió la mecha con un gol que se sintió como un susurro de reivindicación.

Luego, Paolo Guerrero, eterno capitán de gestas inolvidables, nos recordó que la edad es solo un número cuando la pasión arde en el pecho. Su media vuelta fue un poema escrito con los botines, un recuerdo de noches gloriosas que parecían lejanas. Pero la historia no se escribiría sin un sobresalto: Bolivia descontó y, por un momento, la duda regresó a las tribunas.


Fue entonces cuando Edison Flores, el ´Orejita´, con esa magia de los que renacen cuando más se les necesita, sentenció la victoria con un disparo cruzado. El VAR, ese juez implacable que tantas veces nos negó la alegría, esta vez se rindió ante la evidencia: el gol era legítimo, el triunfo, merecido.

Un envión anímico para lo que viene

La Blanquirroja suma tres puntos y con ellos, una chispa de fe. Abandona el fondo de la tabla que es ocupado por Chile y se aferra al sueño mundialista, consciente de que no hay margen de error. Ya no hay espacio para lamentos ni excusas.

El próximo reto es Venezuela, un rival que también sueña con la gloria y que exigirá la mejor versión de la selección. Este triunfo no es una garantía, pero sí una declaración de intenciones. La maldición no es eterna. Aún queda fuego en el corazón peruano. Aún queda historia por escribir.


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(FIN) MEG

Publicado: 21/3/2025