Los cuatro miembros de una familia: Paul Chata, Maribel Chambi y sus dos hijas, fueron sepultados el miércoles 5 de marzo luego de una emotiva misa celebrada en el templo San Juan Bautista de Puno, antes de ser trasladados a su natal distrito de Platería. Ellos fallecieron en el trágico accidente de tránsito ocurrido el sábado 1 de marzo en Uyuni, Bolivia.
La familia había viajado a Bolivia con la intención de participar en los carnavales de Oruro y rendirle homenaje a la Virgen del Socavón; pero, lamentablemente, el
viaje terminó en tragedia. Según relató el primo de los fallecidos, Abel Callacondo, además de disfrutar de las festividades, aprovecharon el viaje para hacer turismo, sin imaginar que sería el último.
La familia, dedicada a la fabricación de ataúdes y alquiler de bienes para eventos sociales, había programado celebrar el matrimonio de Paul y Maribel el 2025. Además, su hija mayor, de 13 años, tenía planes de comenzar la secundaria este año, sueños que se vieron truncados por este fatal accidente.
El proceso de repatriación fue todo un desafío para los deudos, quienes enfrentaron varios obstáculos por parte de las autoridades bolivianas para el traslado de los cuerpos a Perú.
No obstante, con esfuerzo y perseverancia habían lograron completar los trámites y finalmente los féretros fueron llevados hasta la frontera con Bolivia, en el distrito de Desaguadero, provincia de Chucuito-Juli. Las autoridades peruanas facilitaron el proceso de repatriación, asegurando que los cuerpos llegaran a
Puno sin más inconvenientes.
Los familiares expresaron su pesar por la falta de responsabilidad por parte de la empresa de transporte involucrada en el accidente, que hasta el momento no ha asumido las consecuencias del trágico hecho. La comunidad de Platería (Puno), por su parte, brindó todo su apoyo a los deudos, y les acompañó en la cristiana sepultura de la familia en su lugar de origen.
El accidente en el que falleció la familia Chata Chambi fue parte de una colisión entre dos autobuses, en la región andina de Uyuni, en el sureste de Bolivia, donde también perdieron la vida otros ciudadanos peruanos, incluyendo tres menores de edad. El Ministerio de Relaciones Exteriores de Perú confirmó la trágica noticia, precisando que, hasta el momento, siete peruanos han muerto en este fatal accidente.
Este hecho ha dejado consternada a la población puneña, especialmente a la comunidad de Platería, que mantiene viva la memoria de los cuatro fallecidos. En medio del dolor, la familia y la comunidad se han unido para rendir homenaje a la vida y el legado de los Chata Chambi, cuyas vidas fueron arrebatadas en un accidente inesperado mientras viajaban a disfrutar de la cultura boliviana.
Con la repatriación de los cuerpos concluida, los deudos continúan buscando respuestas a lo ocurrido, mientras esperan que la empresa de transporte y las autoridades correspondientes asuman su responsabilidad en este caso.