Tras la profusión de incendios forestales en diversos puntos de la amazonia durante el año pasado, el Instituto de Investigaciones de la Amazonía Peruana (IIAP), prevé avanzar en la reforestación de los bosques afectados por dicho fenómeno, diseminando esferas restauradoras en más de dos mil hectáreas de zonas de difícil acceso.
El director del Programa de Manejo de Bosques y Servicios Ecosistémicos del IIAP, Dennis del Castillo Torres, señaló a la Agencia Andina que con ello se busca avanzar en la reforestación de regiones amazónicas como San Martín, Ucayali y Loreto.
“Nuestra meta en este año es llegar a mil hectáreas en San Martín y a mil en Ucayali”, manifestó, refiriéndose a las extensiones de terreno en las que se empleará a las esferas restauradoras con fines de reforestación.
En ese contexto, refirió que en Yurimaguas, localidad del departamento de Loreto, se lanzaron más de 12 mil 500 de estas esferas, De igual forma, en Tabalosos, del departamento de San Martín, estas han sido dispersadas a lo largo de 300 hectáreas.
Del Castillo refirió que el año pasado los incendios forestales afectaron a 50 mil hectáreas en Ucayali y a tres mil en San Martín.

¿Qué son las esferas restauradoras?
Las esferas restauradoras tienen forma de pequeñas bolas, hechas con semillas de especies vegetales propia de cada localidad, y materia orgánica, que puede ser compost, junto a tierra y arcilla, de ser el caso. Para la amazonia peruana también se considera incluir almidón de yuca, señaló.
El especialista explicó que las semillas han de ser de especies vegetales locales pues se trata de restaurar cultivos quemados en el lugar y no de hacer nuevas plantaciones. “Lo que se hace es restaurar el paisaje”, precisó.

Estas esferas se colocan en las zonas quemadas, sea de forma manual o –en el caso de las zonas de gran extensión y de difícil acceso- a través de drones.
“Al tener estas bolitas humedad y nutrientes, se facilita la germinación de las semillas que hay en ellas”, indicó. Una vez germinadas, estas empiezan a nutrirse directamente en el suelo, añadió.
Con ese primer paso, la reforestación avanzará en la zona dañada. Tras la cobertura vegetal, continuará la restauración de la fauna, empezando por los insectos.
“En un periodo de aproximadamente, diez años, podemos tener un bosque restaurado”, manifestó.

Historia y resultados
Del Castillo indicó que esta técnica de reforestación es tradicional en lugares como Africa, donde se usa en zonas desérticas. En Perú se empezó a poner en práctica hace dos décadas aproximadamente, en Piura.
En la amazonia, el IIAP –entidad adscrita al Ministerio del Ambiente- lleva dos años ya empleándola, tras un proceso previo de investigación destinado a determinar las características de la germinación de cada semilla.

Hasta el momento se ha determinado que el 30 % de las esferas dispersadas vienen germinando. “Eso lo tenemos que ir ajustando, porque si bien el año pasado utilizamos un promedio de 2500, ahora tendemos que duplicarlas para que podamos tener mayor número de plantas germinadas y creciendo”, apuntó.
En ese contexto, hay especies de árboles que germinan rápidamente, en un lapso de tres semanas, como la capirona y la bolaina, indicó Del Castillo. Otras, como la topa o balsa y la shaina, demoran más, al igual que el cetico, que tarda hasta dos meses, añadió.
Tras la germinación, el periodo de crecimiento inicial se da a lo largo de seis meses, siempre y cuando haya presencia de lluvias. “Por eso dispersamos estas bolitas antes de la época de lluvias”, indicó el representante del IIAP.
(FIN) FGM/MAO
JRA
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Publicado: 25/6/2025