Tras destacar la independencia con la que actúan juezas y jueces de todo el país, la presidenta del Poder Judicial, Janet Tello Gilardi, ratificó que no aceptarán injerencias en este poder del Estado ni permitirán que se convierta en un instrumento al servicio de la política.
“Una vez más señalamos que no aceptaremos injerencias políticas, no permitiremos que se repitan episodios trágicos que, en nuestra historia republicana, convirtieron a la judicatura en un instrumento de la política”, expresó.
Tello Gilardi señaló que la independencia judicial es indispensable, pero que esta no solo se refiere a la autonomía individual de cada juez sino también a la independencia colectiva del Poder Judicial como institución.
“Esa independencia es la que garantiza que el juez no esté subordinado a influencias externas, ni políticas ni económicas, y que su función se ejerza con objetividad, imparcialidad y respeto irrestricto a la Constitución y las leyes”, refirió.
Asimismo, la máxima autoridad judicial explicó que el desempeño de las juezas y jueces no debe entenderse como un rol de carácter político o que está al servicio de intereses particulares.
“Nuestra labor es esencial, y exclusivamente, la defensa de la justicia y de los derechos, la justicia no es un juego de poder ni de conveniencias, es la aplicación equilibrada y justa de la ley para todas y todos, sin distinción”, indicó.
Sobre la CIDH
La autoridad judicial consideró preocupante, también, escuchar posiciones sobre el retiro de la Corte Interamericana de Derechos Humanos, lo cual, agregó, va en contra de la línea histórica que el Perú asumió como promotor del Derecho Internacional, la seguridad colectiva y los derechos humanos de la región y el mundo.
“No debemos entender como una injerencia a la soberanía peruana los mandatos de los tribunales de derechos humanos por tratados de los que el Perú es parte”, subrayó.
Recordó que nuestro país participó de manera activa en la redacción de la Carta de las Naciones Unidas (en 1945) y que formamos parte del Sistema Interamericano de Justicia, desde 1978.
“El sistema de protección de derechos humanos solo se acciona cuando cualquier persona considera que no ha encontrado justicia para la protección de sus derechos en el ámbito nacional”, anotó.
De otro lado, Tello Gilardi sostuvo que las juezas y jueces están trabajando en un proceso constante de auto reforma para convertirse en instrumentos de cambio.
“Una reforma no es un evento aislado, sino una construcción permanente orientada a mejorar la celeridad en la resolución de los casos, el acceso a la justicia y la incorporación de las tecnologías que permitan una administración eficiente y transparente”, señaló.
La magistrada expresó su convencimiento de que lo que se necesita es una reforma que apunte a consolidar una judicatura robusta, tecnológicamente equipada, en continua transformación hacia la celeridad y la modernidad, y con un presupuesto autónomo y suficiente que no sea menor del 4 % del PBI.
En este punto, recordó las palabras del arzobispo de Lima, Carlos Castillo Mattasoglio, durante la Misa y Te Deum por el Día del Juez y la Jueza, quien señaló que en una reforma judicial no puede haber lugar usos partidistas y políticos que no vayan en consonancia con las verdadera demandas y necesidades del pueblo.
(FIN) NDP/JCR
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Publicado: 4/8/2025