A 2,664 metros sobre el nivel del mar, en el corazón del parque nacional del Río Abiseo, región San Martín, un equipo internacional de científicos descubrió una nueva especie de marsupial: la marmosa chachapoya. Este hallazgo reafirma el papel clave que cumplen las áreas naturales protegidas (ANP) como laboratorios vivos de biodiversidad y desarrollo científico para el Perú y el mundo.
La nueva especie fue identificada en los bosques nublados de alta montaña, en un ecosistema caracterizado por su riqueza biológica y alto nivel de endemismo.
La marmosa chachapoya, documentada en el prestigioso boletín científico American Museum Novitates, se distingue por su pelaje marrón rojizo, vientre anteado con base gris, rostro largo y estrecho, y una cola prensil mucho más larga que su cuerpo. Su máscara facial oscura no llega a la base de las orejas, las cuales están cubiertas por vellos amarillentos.

Este marsupial representa una expansión significativa del subgénero Stegomarmosa hacia zonas altoandinas. Las diferencias morfológicas y genéticas encontradas permiten distinguirlo claramente de otras especies conocidas.
Conservación
Su descubrimiento en el
parque nacional Río Abiseo es resultado del trabajo conjunto entre científicos internacionales y peruanos, liderados por Silvia E. Pavan, Edson F. Abreu, Pamela Y. Sánchez-Vendizú y Robert S. Voss.
Para el Servicio Nacional de Áreas Naturales Protegidas por el Estado (Sernanp), organismo adscrito al Ministerio del Ambiente, este tipo de hallazgos reafirma el compromiso institucional con la conservación de la biodiversidad del país.
“Cada nueva especie descubierta es una prueba de que nuestras áreas protegidas cumplen su rol: conservar, generar conocimiento y aportar al bienestar de la sociedad”, señaló el Sernanp
El dato
El parque nacional del Río Abiseo, reconocido como
Patrimonio Mundial por la Unesco, alberga ecosistemas únicos que van desde selvas tropicales hasta bosques montanos. Su aislamiento natural y baja intervención humana lo convierten en un espacio ideal para la ciencia. Gracias a esta protección, especies como la marmosa chachapoya han logrado mantenerse ocultas durante siglos.
Este hallazgo es más que una novedad científica: es un llamado de atención sobre la urgencia de proteger los ecosistemas altoandinos, muchas veces vulnerables a actividades extractivas o al cambio climático. Además, pone en valor el rol de las comunidades locales, investigadores y gestores en la protección de nuestro patrimonio natural.