El 87 % de la población peruana tiene caries, una cifra alarmante que se atribuye principalmente a un cepillado inadecuado, al uso insuficiente de pastas dentales con flúor y la limitada oferta de servicios odontológicos en zonas rurales, donde la atención suele centrarse en lo curativo y no en la prevención.
Esta información la brindó Denisse Aguilar, directora del Departamento Académico de Posgrado en Estomatología de la Universidad Científica del Sur, quien advirtió, además, sobre el alto consumo de azúcares fermentables, presentes en gaseosas, jugos azucarados, snacks procesados y golosinas.
También enfatizó en la necesidad de implementar programas relacionados a la educación en salud bucal dirigidos a escuelas, comunidades y familias. "Se busca atención solo cuando ya hay dolor o infección. Hay poca cultura de prevención o visitas periódicas al odontólogo", lamentó.
90 % de escolares tiene al menos un diente picado
En el Perú el grupo etario con mayor prevalencia de caries (enfermedad que causa aparición de agujeros en los dientes) está en los niños y adolescentes, especialmente entre 3 y 15 años, dijo Aguirre. Según datos del Ministerio de Salud (Minsa) y diversas investigaciones, más del 90 % de los escolares presenta al menos una caries dental.
Una de las principales causas, conocida por muchos padres, es el alto consumo de alimentos o bebidas azucaradas y productos procesados, situación que evidencia también la mala calidad nutricional de las loncheras escolares.
"Lo más terrible es una baja percepción del riesgo de caries infantil y sus consecuencias a largo plazo, que son terribles para la salud en general, ya que, cuando sean grandes, tendrán otros problemas de salud que pueden ser severos", advirtió.
Cambiar de cepillo después de un resfrío
La especialista explicó que existen investigaciones que relacionan la mala salud oral con diversas enfermedades sistémicas crónicas, entre ellas el alzhéimer, la diabetes, las enfermedades cardiovasculares e incluso infecciones respiratorias.
“No hay salud sin salud bucal”, enfatizó citando la Carta de Bangkok, documento internacional adoptada en 2005 durante la Sexta Conferencia Mundial sobre Promoción de la Salud, que establece compromisos globales para la promoción de la salud.
Uno de los principales riesgos está en las infecciones respiratorias. Las bacterias presentes en la cavidad bucal pueden ser aspiradas hacia los pulmones, provocando cuadros como neumonías o bronquitis crónica, especialmente en personas adultas mayores o con el sistema inmunológico comprometido, comentó Aguirre.
En ese sentido, recomendó cambiar el cepillo de dientes después de un resfrío o infección viral, ya que puede alojar microorganismos que podrían causar recaídas.
¿Relación con enfermedades cardiovasculares o neurodegenerativas?
Otros de los riesgos está relacionado con las enfermedades cardiovasculares. Indicó que existen estudios que detectaron la presencia de bacterias orales en placas ateroscleróticas (acumulación de grasa en las arterias), lo que sugiere una relación entre la salud bucal deficiente y el desarrollo de infartos, hipertensión arterial o accidentes cerebrovasculares.
También se ha identificado una posible conexión con enfermedades neurodegenerativas. Según la especialista, la bacteria Porphyromonas gingivalis, asociada a la periodontitis, habría sido encontrada en cerebros de pacientes con alzhéimer. La inflamación sistémica provocada por infecciones bucales crónicas puede contribuir al deterioro cognitivo.
Con respecto a las complicaciones durante el embarazo, la odontóloga dijo que la presencia de caries e infecciones en la boca se ha relacionado con partos prematuros, bajo peso al nacer y preeclampsia, por lo que recomendó que las gestantes acudan a controles odontológicos durante toda la etapa de gestación.
¿Cada cuántos tiempo ir al dentista?
De acuerdo Denisse Aguilar, si el paciente no presenta caries visibles, lo ideal es acudir al dentista cada seis meses para prevenir la aparición de nuevas lesiones.
En caso ya se detecten caries, la especialista recomendó tratarlas de inmediato y establecer un control más frecuente, que puede ser cada dos o tres meses, dependiendo de la severidad del caso. Esto permitirá mantener una adecuada higiene bucal y evitar complicaciones a futuro.
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(FIN) DSC/RRC
Publicado: 4/8/2025