La Superintendencia Nacional de Servicios de Saneamiento (Sunass) exhorta a la ciudadanía a no abrir los buzones de desagüe para intentar drenar el agua empozada, ya que esta acción puede generar atoros y el colapso del sistema de alcantarillado, lo que perjudica a la ciudadanía.
La apertura indebida de buzones durante precipitaciones no solo permite el ingreso de agua pluvial, sino que facilita la introducción de materiales sólidos como sedimento, elementos rocosos, ramas, hojas, raíces, residuos sólidos, entre otros. Estos materiales generan obstrucciones, reducen la capacidad de conducción y pueden ocasionar daños irreversibles en la infraestructura de saneamiento.
¿Cuáles son las consecuencias?
Atoros: Arrojar agua o cualquier objeto a los buzones puede obstruir las tuberías de desagüe y generar atascos que dificultan el flujo normal del agua.
Colapsos: En casos graves, la acumulación de residuos y la obstrucción de las tuberías pueden provocar el colapso del sistema de alcantarillado, inundar calles y causar daños a la infraestructura.
Riesgos para la salud: Los buzones de desagüe pueden contener aguas residuales con microorganismos, que representan un riesgo para la salud pública si se manipulan o se exponen a ellos.
Dicha institución señaló que para evitar estos problemas es importante utilizar las rejillas y sistemas de drenaje diseñados para evacuar el agua de lluvias, además se debe reportar cualquier problema a las autoridades competentes o llamar el Fono Sunass 1899 o la línea de WhatsApp 1 614 31 80.