Un colectivo de organizaciones civiles de los nueve departamentos de Bolivia llamó este martes a paralizar indefinidamente las actividades contra el resultado electoral, que apunta a la reelección de Evo Morales hasta 2025, según datos provisionales del tribunal electoral.
"Vamos al paro hasta que ustedes digan", anunció Luis Fernando Camacho, líder del Comité Cívico Pro-Santa Cruz, ante varios militantes de la oposición en un acto transmitido por medios locales, tras acordar la medida con sus pares del resto del país.
La medida entrará en vigor el miércoles y desde entonces "no se tiene que mover un sepe (hormiga) en Santa Cruz", la rica región del oriente boliviano, graficó Camacho.
Los dirigentes civiles acordaron ir con la medida "hasta que se respete la democracia y lo expresado por el ciudadano en las urnas".
Los primeros reportes apuntaban a una segunda vuelta entre Morales y el opositor Carlos Mesa, pero tras una prolongada suspensión del conteo, los resultados encaminaron al mandatario a una victoria en primera vuelta.
El sistema de conteo rápido TRE es un cómputo provisional. Los datos oficiales definitivos del tribunal electoral comenzaron a fluir este martes, con resultados todavía preliminares.
El líder del Comité Cívico de Potosí (suroeste), Juan Carlos Pumari, que habló en la misma rueda de prensa, dijo que los grupos civiles deben constituir "un solo corazón en función de sacar de palacio de gobierno a ese dictador" (Morales).
"Ese resultado manipulado va a ser volteado gracias a la lucha del pueblo boliviano (para) hacer cambios estructurales, y esos cambios se llama federalismo", afirmó. Bolivia es un estado plurinacional que reconoce 36 nacionalidades indígenas.
El paro general indefinido sigue a una ola de disturbios la noche del lunes en varias regiones del país, que provocaron daños de diversa magnitud a sedes regionales del tribunal electoral.
Tras responsabilizar a los seguidores de Mesa de la violencia, el ministro de Gobierno (Interior), Carlos Romero, manifestó la noche del lunes que "habrá una responsabilidad política de quienes pretenden llevarnos a un escenario de confrontación".
Los resultados preliminares del conteo rápido han sido cuestionados por los veedores enviados por la OEA, Estados Unidos, Argentina, Brasil y Colombia, y la Unión Europea exigió "respetar la voluntad del pueblo boliviano".