El Templo de la Piedra Sagrada, ubicado en el complejo arqueológico de Túcume, en Lambayeque, fue conocido como un lugar dedicado a los sacrificios humanos. Se han hallados víctimas desde niños hasta ancianos y era respetado por otras culturas como los Chimú y los Incas por lo que era reconocido como un centro de poder importante en el antiguo Perú.
La presentación de esta obra tuvo lugar recientemente en el marco de las celebraciones por el décimo octavo aniversario del Proyecto Especial Naylamp - Unidad Ejecutora 005 Lambayeque, del Ministerio de Cultura.
En una conversación con la
Agencia Andina, Narváez explicó que este
libro es el resultado de 34 años de investigación arqueológica, comenzando con las primeras excavaciones en 1990. "En el año 2000 continuamos con más estudios, y a partir de ese trabajo hemos generado un gran volumen de material que ha requerido la colaboración de varios especialistas. Hemos trabajado con expertos en antropología física, y se han desarrollado diversas tesis de posgrado en este ámbito. Además, realizamos análisis de metales, textiles, cerámica y arquitectura. Es un trabajo bastante exhaustivo, y estamos preparando un catálogo que acompañará esta publicación", detalló.
El catálogo incluirá la descripción de todos los materiales recuperados. "Este proceso ha sido largo, ya que los especialistas en antropología física han viajado desde Estados Unidos, mientras que los expertos en textiles provienen de Lima y Trujillo. Esto ha prolongado el tiempo de análisis y la elaboración de un texto que nos permita presentar resultados coherentes. Aunque ya habíamos compartido algunos hallazgos en 1995 y 1996, esta es la primera vez que presentamos un compendio completo en un libro. Estamos muy contentos con este avance, que será significativo para Túcume y la apropiación social del lugar", afirmó.
Sacrificios humanos
En relación al capítulo sobre sacrificios humanos, Narváez indicó que se ha encontrado un conjunto de víctimas, todos varones de diversas edades, desde niños hasta ancianos. "Estos sacrificios fueron extremadamente cruentos. Las características son singulares, pues las víctimas no opusieron resistencia, lo que sugiere que consumieron algún psicoactivo. El ritual incluía la degollación y la apertura del pecho, donde se rompía la caja torácica y se exponían órganos, aunque no podemos determinar cuáles", explicó.
El arqueólogo subrayó que estos rituales fueron ceremonias de gran complejidad. "El templo tiene más de 2800 contextos sacrificiales que incluyen cerámica, textiles, conchas de espóndilos, figurinas de plata y entierros de camélidos, en su mayoría llamas jóvenes, siendo el sacrificio humano el más significativo".
Además, destacó el respeto que tuvieron los conquistadores, como los Chimú y los Incas, hacia este lugar, sugiriendo que era reconocido como un centro de poder importante. "Los Chimú y los Incas no solo lo respetaron, sino que realizaron ofrendas. Los Incas desarrollaron un discurso mítico extraordinario que se detalla en el libro, donde sus ofrendas contribuyen a la narrativa de un mito de origen estructural en la cultura andina, reflejado en la famosa representación de don Joan de Santa Cruz Pachacuti en el templo del Coricancha en Cusco", añadió.
Templo de época Lambayeque
El templo presenta tres grandes etapas cronológicas: la época Lambayeque, que se inicia en el año 1100, seguida por la de los Chimú a partir de 1375, y finalmente la época inca desde 1470. "Hemos encontrado ofrendas funerarias que incluyen vidrio veneciano, indicando su relación con la época colonial", observó Narváez.
El arqueólogo enfatizó que estos hallazgos aportan significativamente a la comprensión del templo y sus rituales, así como a la mitología de origen de Lambayeque.
Por su parte, Carlos Wester La Torre, director de la Unidad Ejecutora 005 Naylamp, resaltó que estas publicaciones acercan el patrimonio cultural a las comunidades, promoviendo la participación de nuevos aliados en la defensa, conservación, difusión e investigación del patrimonio arqueológico de Lambayeque.
En diálogo con la Agencia Andina, Wester destacó también la importancia de la fecha, dado que el domingo 22 de diciembre se conmemorará el décimo octavo aniversario de la Unidad Ejecutora 005 Naylamp. "Esta fecha es significativa para todos los miembros de la institución, ya que refuerza nuestra misión y resalta los logros en favor del patrimonio cultural, como esta importante contribución editorial", concluyó.
El libro ha sido editado por el Museo de Sitio Túcume de la Unidad Ejecutora 005 Naylamp Lambayeque.
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(FIN) SDC/MAO