La historia de Tania Cencara Rojas, de 22 años, es un inspirador ejemplo de cómo la perseverancia y la excelencia académica siempre rinden frutos. Tras varios intentos fallidos en su búsqueda de becas internacionales, encontró en el programa Stipendium Hungaricum la oportunidad perfecta para continuar su formación en una de las universidades más prestigiosas de Hungría. Conoce en esta nota su historia.
Proveniente de una familia trabajadora, con un padre profesor de Matemáticas y una madre dedicada a la fabricación de muebles, Tania ha construido su camino académico con esfuerzo y dedicación. Actualmente, cursa el último año de Biología con especialización en Biotecnología en la Universidad Nacional Agraria La Molina (UNALM), perfilándose como una de las estudiantes más destacadas de su generación.
Desde sus primeros años universitarios, se propuso explorar diversas oportunidades académicas internacionales, postulando constantemente a becas y pasantías. En el transcurso, logró aprender inglés gracias a la beca PMESUT del Ministerio de Educación y participó activamente como voluntaria en Hinchas de la Conservación del Servicio Nacional de Áreas Naturales Protegidas por el Estado (SERNANP).
Beca Stipendium Hungaricum
En noviembre de 2022, Tania postuló a la
beca Stipendium Hungaricum mientras gestionaba solicitudes para otras becas y prácticas preprofesionales, lo que hizo que, entre tanto papeleo, se olvidara su postulación a Hungría.
"Entre los principales requisitos que tuve que cumplir para postular era tener un nivel de inglés B2 y escribir una carta de motivación, que era lo más fundamental para demostrar las ganas que tienes de ir al extranjero. También presenté mi registro de notas en inglés y en español, junto con un certificado médico que acredita mi buen estado de salud”, comentó a la Agencia Andina.
Para su sorpresa, en junio del año siguiente recibió un correo confirmando que había sido seleccionada. En un abrir y cerrar de ojos, fue invitada a la Embajada de Hungría en Lima para la ceremonia de premiación, inició los trámites necesarios y, sin apenas asimilarlo, en septiembre ya estaba en Hungría lista para comenzar sus clases.
Esta prestigiosa beca le permitió estudiar durante un semestre en la Universidad de Debrecen, una de las mejores universidades públicas de Hungría, reconocida globalmente por su excelencia académica, ocupando el puesto 574 en el QS World University Rankings 2025.
"Una de mis grandes preocupaciones era obtener la carta de aceptación de una universidad, ya que para ello hay que contactar a la oficina internacional y realizar otro proceso de postulación. Felizmente, la página web de Stipendium Hungaricum permite postular directamente a cerca de 600 programas de estudios, de 28 universidades húngaras. Todo eso me facilitó la postulación", precisó.
En este programa, Tania no solo cursó materias generales de Biología, sino también avanzados cursos de maestría como Biología Molecular, Bioinformática y Cultivo Celular. “Recuerdo que la clase se dividía entre estudiantes húngaras e internacionales, lo que llevó a la profesora a impartir las lecciones en dos idiomas. Fue una experiencia enriquecedora y a la vez desafiante", agregó.
De La Molina a Debrecen
Durante su estancia en Debrecen, Tania superó desafíos culturales y personales, demostrando una admirable capacidad de adaptación. Experimentó una rutina completamente nueva, aprendiendo a ser independiente y a construir conexiones con estudiantes de diversas nacionalidades.
"Antes de viajar a Hungría, mi rutina era bastante predecible: universidad, laboratorio, casa y, ocasionalmente, trabajo. No salía mucho de mi zona de confort. Al llegar a un país extranjero y estar sola, pensé que podría sentirme aislada, pero fue todo lo contrario. Esta experiencia me permitió conectar con más personas, compartir idiomas, culturas, comida y, sobre todo, construir amistades que enriquecieron profundamente mi perspectiva y mi vida", resaltó.
La beca cubrió sus costos académicos, alojamiento, seguro médico y un estipendio mensual, permitiéndole concentrarse plenamente en sus estudios.
Asimismo, señaló que el idioma no representó un gran obstáculo, debido a que en Debrecen, aunque es una ciudad pequeña, la mayoría de sus habitantes son estudiantes que dominan el inglés. Incluso las personas mayores que no lo hablaban con fluidez hacían su mejor esfuerzo por comunicarse, apoyándose en herramientas como Google Traductor.
Además, siendo la segunda ciudad más grande de Hungría después de Budapest, Debrecen cuenta con una amplia comunidad de estudiantes internacionales, lo que creó un ambiente diverso y acogedor. “Disfruté cada momento, desde las personas que conocí hasta los cursos que tuve la oportunidad de tomar”.
Regreso a Perú
Tania regreso a Perú en febrero de este año. Sin tiempo para descansos, continuó sus estudios en la UNALM mientras trabaja como practicante en Merck Perú, una importante empresa en los campos de farmacia y biotecnología.
Con una visión más clara de su futuro, su nuevo objetivo es completar su bachillerato y continuar con una maestría y un doctorado, aspirando a alcanzar un PhD. Inspirada por las metas de sus compañeros internacionales, Tania planea regresar a Hungría para sus estudios de posgrado, persiguiendo su sueño de contribuir al avance científico y biotecnológico a nivel nacional.
La historia de Tania Cencara es un ejemplo de perseverancia, superación y dedicación, que inspira a otros jóvenes peruanos a soñar en grande y a buscar oportunidades más allá de las fronteras.