Un problema eléctrico dejó a oscuras este martes a numerosas ciudades en todo Brasil, principalmente en las regiones norte, noreste y sureste, informaron fuentes oficiales.
El Ministerio de Minas y Energía informó que se interrumpió el suministro de 16.000 megavatios de energía en la red de electricidad nacional, correspondientes al 26 % de la carga que se tenía en el momento, por un problema todavía no identificado.
Las ciudades más afectadas son las del noreste y norte del país, aunque los problemas eléctricos también se extendieron a zonas puntuales de grandes metrópolis del sureste como Río de Janeiro y São Paulo, así como a Brasilia.
En São Paulo, los cortes de energía causaron lentitud y atrasos en varias líneas del metro, ocasionando aglomeraciones en las estaciones en plena hora punta.
La interrupción del suministro eléctrico comenzó a las 8.31 hora local (11.31 GMT) y cerca de 45 minutos después se inició la recuperación de la carga eléctrica, según un comunicado del Ministerio de Minas y Energía.
A las 10.22 hora local (13.22 GMT), se habían recuperado los niveles de energía normales en el sur y sureste de Brasil, mientras que en los estados del norte y noreste se había restablecido el servicio en un 27 % y 68 %, respectivamente, de las ciudades afectadas.
El Operador Nacional del Sistema Eléctrico (ONS), encargado del control operativo de la red, indicó que 7.000 megavatios, casi la mitad del total afectado, ya habían sido restablecidos.
El ministro de Minas y Energía, Alexandre Silveira, quien acompaña en Asunción al presidente Luiz Inácio Lula da Silva para la ceremonia de posesión del mandatario paraguayo, Santiago Peña, determinó la creación de un grupo especial para atender la emergencia.
El director general de la Agencia Nacional de Energía Eléctrica (Aneel, reguladora), Sandoval de Araújo Feitosa, declaró durante un evento en el que participaba en Brasilia que el apagón fue "de gran magnitud".
El apagón afectó a casi todos estados del país, con excepción del estado amazónico de Roraima (norte), cuyo suministro depende de la red venezolana, pero el impacto del problema no se sintió con fuerza en las grandes ciudades del sureste.