Por Cecilia Fernández SivoriEl arte en todas sus manifestaciones es el hilo conductor que nos permite como peruanos que nos conozcamos y reconozcamos para así relievar todas nuestras manifestaciones con una mirada global. Así lo ha entendido desde su óptica de artista el peruano Carlos Atoche, quien desde Italia saca adelante Studio Quipu, una importante galería en la que busca brindarle cabida no solo al talento internacional, sino también al peruano para mostrar a través del arte en general nuestra riqueza milenaria.
Carlos siempre estuvo conectado con este mundo desde muy pequeño. Su padre, un arquitecto que se volcó a la escultura, y su madre, una doctora que hoy destila arte en la escritura.
“Mi casa parecía un museo con piezas de arte, máscaras y libros. Mi padre, con una biblioteca de más de 2,000 libros. De niño podía tomarlos y así me fui nutriendo”, recuerda de sus primeros años, cuando los cursos de pintura, cerámica y dibujo eran el pan de cada día en el interior de una familia muy sensible.
Bellas Artes conoció de su talento en el Perú, pero como Italia corría por sus venas decidió estudiar en la Academia de Bellas Artes en Roma, “donde me formé gracias a que fue accesible económicamente”, refiere sobre esos años en los que tomó su mochila y partió a Europa.
Llevando adelante la filosofía del artista-mochilero, Carlos Atoche ha recorrido no solo Europa, sino también Marruecos, China y Vietnam. “Pero no siempre fue así. He trabajado mucho sin tener resultados. En Italia tenía mis compañeros de escuela, pero no a mi familia ni a mis amigos de la infancia, que marcan tu vida… sin embargo, tenía claro lo que se abría ante mis ojos”, reflexiona.
En ese trajinar se maceraron en él los dos mundos que lo albergan en su doble origen andino y mediterráneo. Y con las influencias culturales adquiridas durante el recorrido que lo tienen ya más de 21 años en este reto, la apuesta se ha dado a base de perseverancia.
Red para artistas
Lo que hemos buscado antes y ahora con Studio Quipu es construir una red para que los artistas locales alternativos tengan una posibilidad de exposición.
“Inicialmente me agrupé con compañeros de arte y formamos un espacio, pero tras 12 años decidí salir con Studio Quipu, desde el 2022, junto con mi socia, Emanuela Robustelli”, nos dice.
Y es que Studio Quipu es un espacio de agregación y experimentación dedicado a acoger a jóvenes artistas de la escena contemporánea no solo italiana, sino también internacional.
Se trata de un espacio de debate y un laboratorio abierto que a través de exposiciones, eventos performáticos, residencias de artistas, presentaciones de libros y momentos de compartir, pretende ser una propuesta de enriquecimiento espiritual. El estudio toma su nombre del antiguo método mnemotécnico que utilizaban las civilizaciones sudamericanas para comunicar historias y recopilar datos, y que sigue siendo motivo de reflexión y descubrimiento entre los estudiosos del lenguaje en la actualidad.
En este particular momento histórico creemos que a través del conocimiento de lo ancestral las personas pueden reconectarse con su propia esencia mágica y redescubrirse a sí mismas, dice.
Atoche nos señala que “ser artista es complicado, es un proceso vital que puede durar años. Hoy, con la velocidad en la que vivimos, ya la gente no tiene paciencia. El artista debe estar practicando y mejorando el recorrido”.
Incansable labor
Hoy, este artista peruano realiza una incansable labor que busca unir los mundos “en los que él vive, ser un puente”, nos señala.
“Mi huella y legado es ser el puente para conectarme con mi cultura y extender ese apoyo a otros artistas”, sentencia.
Sin embargo, asegura que la distancia le ha hecho entender y ver con otros ojos otras mecánicas. “Nos hace apreciar lo que tenemos”, añade Atoche, que ha mostrado su arte en el Street Art, donde dedicó más de una década a la creación de murales en las ciudades de Roma, Berlín y Lima, consolidándose en la escena internacional.
Finalmente, asegura que “en Italia siempre seré un sudamericano, un artista migrante. Ser artista es una fortuna, pero también es un recorrido vital que tiene sus esfuerzos y sinsabores”, concluye.
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(FIN) CFS
Publicado: 5/9/2024