El bombardeo israelí del viernes contra dirigentes de Hezbolá en un suburbio de Beirut mató a 37 personas, según el último balance publicado este sábado por el Ministerio libanés de Salud.
El balance podría aumentar, ya que "aún se están despejando los escombros" del edificio destruido, precisó el ministerio.
El parte anterior señalaba 31 muertos, incluyendo tres niños y siete mujeres.
El bombardeo estaba dirigido contra dirigentes de la unidad Radwan, fuerza de élite del grupo islamista Hezbolá, que mantenían una reunión en un sótano del edificio.
Hezbolá indicó que perdió a dos altos mandos de esa unidad en el ataque, que según una fuente cercana al movimiento proiraní costó la vida a 16 de sus miembros.