Promover nuestro país mediante la música es su objetivo y por eso recurre a los ritmos afroperuanos en una exploración cultural cuya finalidad es lograr que el mundo conozca la diversidad cultural peruana.
Confiesa que de niño no era cercano a la música, pero todo cambió en la adolescencia cuando se enamoró por primera vez y comenzó a vivir en la piel el rock clásico. “Me golpearon todas las canciones”, revela sobre aquellos años.
Diego entonces ideó un plan: vendió a diario por más de tres meses las loncheras que le enviaban desde casa y los dulces que sus familiares traían del exterior a sus compañeros en la escuela y, así, junto con sus mejores amigos, fue a comprar un clarinete de plástico a la plaza Dos de Mayo. “Era algo accesible para mí”, dice.
“Mi mamá se preocupó, pero ensayé y ensayé sin parar con un profesor por internet y no paré”, recuerda ahora entre risas. Y la prueba de fuego vendría en la kermés del colegio.
“Sentí que ese era el momento y junté a amigos que eran músicos en el colegio y armamos una banda y nos presentamos. No saben la sorpresa que se llevaron mis padres al verme tocando con tanta pasión y entrega”, cuenta.
Al concluir el colegio, Diego lo único que deseaba era continuar con la música y así postuló a la universidad inscribiéndose al examen como saxofonista y cuando llegó la prueba académica tuvo que decir que su saxofón estaba malogrado. Con un clarinete logró ser admitido.
Ya en esa etapa sus padres vieron que la vocación era sólida y le obsequiaron su primer saxofón.
Avances
En la vida académica, Diego conoció la riqueza de la música andina, afroperuana y su sensibilidad explotó para crear y crear… las fusiones con jazz eran su pan de cada día y comenzó a trabajar proyectos musicales para conocidos artistas, conciertos y shows.
Hasta que logró posicionarse, pero en consenso familiar decidió postular a la reconocida Berklee College of Music por una beca. “Ya desarrollaba un trabajo profesional en el Perú y era dejar todo esto e irme. Hice mi audición en línea y tuve que grabar con músicos para armar mi pista de jazz afroperuano. Preparé incluso un guión de la historia del festejo. Fueron cinco meses de espera, los más tensos de mi vida”.
Ya en Boston, Diego vivió en su piel el migrar. “Cuando te vas a otro país es la cosa más intimidante y estuve totalmente solo, en esos momentos no tenía un plan. Ves a toda esta gente que tiene show, alumnos que tocan su propia música y lo hacen mejor que tú”, afirma.
“Poco a poco empecé a hacer amistades, a darle al idioma, a hacer más amigos, a crecer, evolucionar como persona y músico. Las cosas se comenzaron a dar luego de trabajar muy fuerte y conseguí primero pedir un espacio para mostrar mis proyectos… y luego fueron más y más lugares grandes”, nos cuenta.
“Trabajé en proyectos musicales en los que le daba un sonido totalmente fresco a mi propuesta de fusionarlos con esos ritmos peruanos para mostrarlos al mundo y maravillar a la audiencia con lo nuestro”, explica.
Se propuso quedarse en Estados Unidos. “Tenía ese hambre. Me decía todos me van a conocer, me voy a devorar al mundo y así han pasado los años y hoy no me arrepiento de todo lo que he caminado”, reflexiona.
Y aunque la vida de un músico puede resultar incierta, Diego señala a quienes buscan crear con el arte: “Si de verdad quieres vivir de esto y no quieres seguir una carrera convencional, tienes que estar dispuesto a pagar ese precio. El mundo no está diseñado a darles ese favor a los artistas”.
“De cada puerta que se me ha abierto se me han cerrado diez. Si no estás dispuesto a tomar ese sacrificio y ser el mejor en tu instrumento y tu arte, vas a pasar desapercibido. Si no llamas la atención, no vas a ser llamado. Es una competencia muy fuerte”, comenta.
Sostiene que en el mundo de la música quien destaca es quien tiene mejor sonido, técnica. Es necesario –agrega– estar dispuesto a darlo todo. A ser los mejores del mundo, ponerle años y horas de tu vida para lograrlo.
Hoy, con una carrera definida, Diego ha conquistado escenarios emblemáticos con sus propias composiciones, que integran sonidos globales con raíces peruanas, llevándolas a un público diverso y exigente.
En la actualidad, se encuentra en una gira que concluirá el 9 de enero con ocho presentaciones en diversos escenarios de Lima y Máncora.
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(FIN) CFS/CFS