Dos montañistas japonesas: Saki Terada (36) y Chiaki Inada (40), continúan atrapadas en el nevado Huascarán, a unos 6,500 metros de altitud, en la región Áncash, mientras equipos especializados de la Policía de Alta Montaña y la Asociación de Guías de Montaña del Perú (AGMP) realizan intensas labores de rescate para auxiliarlas.
La alerta de
emergencia fue recibida el martes pasado tras la activación de un dispositivo satelital de una de las turistas, que informó sobre la situación a una base en Estados Unidos.

El aviso llevó al despliegue inmediato de un helicóptero de la Policía Nacional desde Caraz, que trasladó a un equipo de rescatistas a un punto de acceso para iniciar la caminata de aproximación al nevado.
“Durante las primeras horas de búsqueda, las brigadas no han podido ubicarlas y no hay comunicación con ellas. La situación es crítica porque mientras más tiempo permanezcan en el nevado sufrirán una hipotermia, hasta perder la vida. Ellas son deportistas y subieron sin guía al Huascarán”, expresó Beto Pinto Toledo, el presidente de la AGMP.
El equipo de rescate, que opera en coordinación con la Embajada de Japón, enfrenta un terreno extremo y una altitud que hacen particularmente difíciles las maniobras de evacuación en la cumbre peruana.
El Huascarán, ubicado en la provincia de Yungay, es la montaña más alta del Perú y es considerado uno de los desafíos más exigentes para alpinistas de todo el mundo.

Vale mencionar que, en las últimas semanas, Áncash ha registrado otras emergencias en la cordillera, como la ocurrida en el nevado Artesonraju, donde perdieron la vida tres montañistas tras un accidente a gran altitud.