En el remoto caserío de Pagash Alto, en el distrito de Salpo, provincia de Trujillo, región La Libertad, un equipo de profesionales multidisciplinario confirmó la existencia de pintura rupestre y petroglifos en un lugar conocido como Peña del Osco, vinculado a una cueva en la parte baja de la montaña.
La clave de la expedición, promovida por la Municipalidad Distrital de Salpo, recaía en Germán Contreras, un lugareño legendario, propietario de vastas extensiones de bosques y pastizales colindantes con Peña del Oso. Su pasión por la caza de perdices y venados en la zona le había revelado, años atrás, la presencia de estas enigmáticas manifestaciones artísticas arcaicas.
Ante el escepticismo de algunos, Germán, con la firmeza de quien conoce la verdad, zanjó las dudas: “Yo sé que existen, así que vamos”. A pesar de sus dificultades para caminar, no dudó en tomar la delantera, asumiendo el rol de guía ocasional, una labor que cumpliría con creces.
La cueva oscura
El equipo hizo la primera parada en la cueva, una cavidad de unos tres metros de profundidad, formada por la unión de dos enormes rocas. El gerente de la Municipalidad de Salpo, Jhon Benites Contreras, integrante de la expedición, trepó con dificultad unos cinco metros para adentrarse en la oscuridad. En su interior, fotografió restos óseos y evidenció signos de profanación, un triste indicio del paso del tiempo y la falta de protección.
Inmediatamente después, el equipo retomó la marcha por un sendero agreste y empinado, rumbo a la Peña del Oso. Treinta minutos de esfuerzo y aproximadamente a las 11:00 horas, la tensión se disolvió con un grito de júbilo: “¡Aquí están! ¡Sí hay!”, exclamó Carlos Eizaguirre, el agente municipal de Pagash, quien había llegado primero. Las primeras imágenes, de un vibrante color rojo ocre, se revelaban ante sus ojos. “Sí… qué bonito”, confirmó Jhon Benites, el segundo en llegar.
Pintura y petroglifos
Daniel Castillo Benitez, arqueólogo y especialista en arte rupestre, formó parte de esta expedición. Él, que venía rezagado unos minutos, aceleró el paso, tras escuchar la algarabía del hallazgo.
“¡Hernán (el periodista que se sumó a dicha travesía), son impresionantes!”, expresó Castillo. Luego escaló un poco, buscando el mejor ángulo para observar el arte pictográfico plasmado en una enorme piedra que los antepasados usaron como lienzo.
Tras realizar una inspección al lugar, el especialista advierte que se trata de un gran muro con una serie de imágenes, que develarían diversas ocupaciones y sucesiones de imágenes, desde el momento más temprano con un personaje de 1.80 metros, pintado de color rojo, con cinco dedos en las manos. Serían de la época del arcaico tardío hasta la época Inca.
Indicó que también pudo ver una escena de petroglifos, y una pintura de menor dimensión, en la cual hay círculos que nos están indicando el entorno del paisaje y que están relacionado con las fuentes de agua como la hay en otros valles.
“Los antiguos pobladores veían estos cerros con vida, con naturaleza, y plasmaron en ciertos espacios escogidos, sus representaciones visuales, lo que les llamaba la atención y la enmarcaban como un recordatorio”, indicó.
Para el arqueólogo se debe preservar y poner en valor el sitio, para poder llegar a convertirse en un recurso turístico importante. Adelantó que podrían convertirse en una gran zona de campamento, debido a que es una zona rural con plantas medicinales.
“En otros lugares, como por ejemplo en Nuevo México (Estados Unidos), que tuve oportunidad de visitar, había una pinturita de 10 centímetros, mientras que aquí tenemos un paredón de 23 metros con pinturas y petroglifos que están en óptimo estado de conservación a excepción de un petroglifo”, acotó.
Adelantó que las imágenes serán sometidas a un software para un análisis de mayor precisión, revelando detalles imperceptibles al ojo humano.
Proyecciones
Carlos Eizaguirre, el agente municipal, expresó su deseo de que las autoridades valoren este patrimonio para que el mundo conozca la cultura plasmada en esta iconografía.
A su vez, Benites Contreras, el gerente municipal, aseguró que el compromiso de la actual gestión edil es fomentar el turismo cultural, y que estos hallazgos son muy importantes para este fin.
Por su parte, el alcalde de Salpo, Sigifredo Rojas Guevara, se comprometió a gestionar ante las instituciones competentes la inclusión de este sitio en la oferta turística que actualmente ofrece su distrito, la misma que congrega a miles de visitantes.