La primera temporada de pesca de anchoveta en la zona norte-centro del país avanza de manera ordenada, bajo estricta vigilancia de la Dirección General de Supervisión, Fiscalización y Sanción de Pesca Artesanal del Ministerio de la Producción (Produce) y con el soporte científico del Instituto del Mar del Perú (Imarpe), que permiten, bajo los márgenes establecidos, garantizar la sostenibilidad del recurso.
Esta actividad, muy importante para la economía nacional, se desarrolla bajo un enfoque de sostenibilidad, transparencia y responsabilidad social, agregó.
Señaló que como en todas las temporadas, una parte de la captura corresponde, de forma incidental, a ejemplares juveniles (menores de la talla mínima autorizada).
Explicó que esta situación es natural y prevista en el esquema de manejo pesquero del país, dentro de la dinámica poblacional de esta especie; es decir, que se mantiene dentro del rango científicamente aceptable para la presente temporada, proyectado por Imarpe inicialmente hasta 633,000 toneladas.
Este control técnico está vigente desde 2017 y forma parte de una política que evita el descarte en altamar y promueve la pesca cuantificable y regulada, asevera.
Temporada se mantiene
“Nuestra gestión pesquera se basa en evidencia científica. La temporada continúa porque estamos dentro de los límites que aseguran la renovación del recurso y la sostenibilidad del ecosistema. Esta pesquería ofrece miles de empleos, nos brinda seguridad alimentaria y posiciona la imagen del Perú como potencia pesquera sostenible”, afirmó el viceministro de Pesca y Acuicultura, Jesús Barrientos.
Señaló que este tipo de manejo adaptativo ha permitido que la anchoveta peruana se mantenga como una de las pesquerías más sostenibles del mundo. La biomasa observada en abril de este año alcanzó 10.9 millones de toneladas, una de las cifras más altas desde 1996 y un 40% superior a la del año pasado. Esta abundancia permite sostener capturas racionales sin comprometer la reproducción del recurso.
Además, refiere que la actividad se desarrolla con un sistema de monitoreo y fiscalización en tiempo real: el 100% de las embarcaciones industriales está geolocalizado vía satélite, con bitácoras electrónicas, sensores acústicos y fiscalización directa en plantas de descarga.
Indicó que el Produce ha implementado cierres temporales de zonas de pesca con alta incidencia de juveniles, en coordinación con el Imarpe, como parte de un modelo integral de prevención y control.
“El Perú ha dado un salto en la gestión de su pesca industrial. Pasamos a ser un referente regional y mundial en sostenibilidad. Las cuotas se fijan con base en ciencia, y los mecanismos de control están entre los más avanzados del mundo”, subrayó el viceministro Barrientos.
Sustento científico y ambiental
La biomasa de anchoveta observada en abril de 2025 fue de 10.9 millones de toneladas, una de las más altas desde 1996, lo que confirma la buena salud del recurso. Esta cifra, obtenida mediante cruceros científicos de Imarpe, respalda la decisión de mantener activa la temporada bajo control técnico.
Agregó que este avance ha sido reconocido internacionalmente. Según el Índice de Desempeño Ambiental 2024, elaborado por las universidades de Yale y Columbia, el Perú es el país con mejor manejo ambiental pesquero en América del Sur, destacando específicamente el caso exitoso de la anchoveta.

Subrayó que el informe resalta el enfoque basado en derechos, la reducción de flota y las decisiones firmes que permitieron la recuperación del stock, garantizando hoy un uso sostenible del recurso.
Impacto social y económico
Detalló que la pesca industrial de anchoveta genera más de 250,000 empleos directos e indirectos, dinamiza las economías regionales y representa una fuente importante de divisas para el país.
Agregó que más del 80% de las capturas pesqueras en el Perú corresponden a anchoveta, utilizada principalmente para la producción de harina y aceite de pescado, insumos esenciales para la acuicultura global y la seguridad alimentaria. Esta pesquería es considerada un caso de éxito a nivel mundial, resaltó.
El Ministerio de la Producción reafirma su compromiso con una pesca responsable, basada en evidencia científica, diálogo permanente con los actores del sector y una visión de largo plazo que garantice la sostenibilidad del recurso y el bienestar de quienes viven del mar.
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(FIN) NDP/SDD