El Diario Oficial El Peruano (DOP) va rumbo a su bicentenario de fundación —en el 2025— y durante estos 199 años ha sido testigo de grandes acontecimientos. Hace tres décadas, por ejemplo, siguió de cerca las investigaciones en Caral, dirigidas por la infatigable arqueóloga Ruth Shady Solís, quien llegó al valle de Supe en 1994 con un pequeño grupo de arqueólogos y con recursos propios.
Desde 1996 efectuó excavaciones en la
Ciudad Sagrada de Caral-Supe, declarada Patrimonio Mundial por la Unesco en el 2009. Las investigaciones abarcan doce asentamientos arqueológicos, de los cuales tres ya están abiertos al público: la Ciudad Sagrada de Caral, Áspero y Vichama.
Clara advertencia
Ruth Shady protagoniza el documental La profecía de Caral: el cambio climático, que la Agencia Andina presenta hoy como un llamado a mirar a nuestros antepasados y a actuar a partir de sus enseñanzas.
La directora de la
Zona Arqueológica Caral (ZAC) señaló que esta civilización ha dejado un claro mensaje de advertencia sobre el cambio climático que, una vez más, se hace presente hoy en día con el aumento de temperaturas, sequía, lluvias torrenciales, incendios forestales, desaparición de especies marinas.
"Después de casi mil años de prestigio, la civilización Caral tuvo que afrontar un cambio climático muy intenso y lo peor de todo el proceso fue la sequía, la falta de agua, y eso lo estamos viendo en el presente”, sostuvo.
La intención es clara: la población no debe olvidar, porque a partir de las experiencias podrá resolver los problemas. Una civilización solo puede perdurar si aprende a convivir en armonía con la naturaleza, remarcó.
Son ocho los valores culturales y sociales que marcaron la civilización Caral y cuatro de los cuales están íntimamente vinculados al tema abordado en el documental: vida en armonía entre los seres humanos y con la naturaleza; la organización del colectivo social para la ejecución de obras de beneficio compartido, conducidas por las autoridades; la identificación de problemas y búsqueda de soluciones a través de la producción de conocimientos; el registro en la memoria social de las causas de crisis colectivas para mitigar sus efectos.
El simbolismo de Vichama
Vichama, la ciudad agropesquera de Végueta, en la provincia limeña de Huaura, cuenta la historia del cambio climático y su registro en la memoria colectiva social de hace 3800 años a través de los murales exhumados en los sectores A y K.
"Este sitio [Vichama] es interesante por ese significado y simbolismo que ha dejado para que la gente no se olvide y tenga presente que el cambio climático puede volver”, refirió Shady.
Así, los frisos descubiertos en Vichama exhiben representaciones de lo que significó el cambio climático por medio de individuos con estómagos vacíos, cuerpos con signos cadavéricos y jóvenes con dificultades de alimentación que están en una danza ritual entre peces, que les permitieron supervivir.
Asimismo, se observa un sapo que emerge y sobre cuya cabeza cae un rayo, a manera de un anuncio de que va a venir un nuevo cambio.
El cambio climático ocasionó tal crisis, que la población de la civilización Caral tuvo que abandonar los centros urbanos. “Casi en el mismo tiempo en que ocurrió en las civilizaciones de Mesopotamia del norte, Egipto, India y China. Es decir, fue un cambio climático de efecto planetario”, sentenció.
En la actualidad, en el mundo hay ríos secos, incendios forestales, desaparición de nevados. “La preocupación que tenemos los investigadores es qué estamos haciendo para mitigar los efectos del cambio climático”, aseveró.
“Hay que difundir la importancia de la organización del colectivo humano con autoridades sociales y políticas, y transmitir la necesidad de prepararnos para mitigar los efectos del cambio climático”, insistió.
Recuperando la historia
Para Shady, el principal logro de sus investigaciones junto al equipo multidisciplinario que la acompaña es que se está recuperando la historia, imprescindible para fortalecer la autoestima de cada miembro de la sociedad.
“Considero que la investigación arqueológica es importante para conocer la historia en cada parte de nuestro país y que las poblaciones se identifiquen con esa historia y el territorio en donde han nacido”, subrayó.
Por lo pronto, sostuvo, “hemos podido demostrar, con la arqueología, que hemos producido conocimiento desde que se originó la civilización Caral”.
Shady remarcó que en las sociedades ancestrales se tenía otra visión de la vida. Ellas estaban identificadas con la naturaleza, con las plantas que consideraban como seres; con los cerros, como deidades. En su opinión, el patrimonio cultural debe ser símbolo de integración para el fortalecimiento de la identidad, cohesión y autoestima social.
“Para mí, Caral es la responsabilidad que he asumido como peruana de recuperar esa información que pueda contribuir a los cambios que el país necesita”, puntualizó la Señora de Caral.
El momento de actuar es ahora si queremos dejar un legado a las próximas generaciones.
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(FIN) JOT