Especialistas del Instituto Geológico Minero y Metalúrgico (Ingemmet) verificaron la existencia de un deslizamiento activo, fenómeno geológico que consiste en el desplazamiento lento o repentino de grandes volúmenes de suelo y roca cuesta abajo debido a la gravedad, especialmente cuando el terreno está saturado de agua.
Este
fenómeno geológico se presenta en el sector conocido como La Zarza, ubicado en el distrito de Huamachuco, provincia Sánchez Carrión, en la sierra de la región La Libertad.

Según el
Ingemmet, después de una evaluación técnica, se determinó que este deslizamiento, de tipo traslacional, abarca un área de 1.15 hectáreas y
ha afectado directamente a: el canal de riego La Zarza, interrumpiendo el suministro de agua en la zona; 120 metros de la carretera nacional PE-3N (Huamachuco - Trujillo); el canal de coronación y sistema de drenaje del depósito de desmonte minero N°2 (DD2) y el
cableado de fibra óptica del operador Claro, que conecta Huamachuco con Pataz.
Condiciones del terreno desfavorables
En este estudio, Ingemmet identificó que las condiciones del terreno son desfavorables debido a: suelo formado por materiales no consolidados (gravas y bloques sueltos en una matriz arenosa), fácilmente erosionables y pendientes pronunciadas —entre 15° y > 45°— que agrava la situación, facilitan el deslizamiento de tierras.

A esto se suma las modificaciones realizadas en los cortes de laderas para la construcción de vías y actividades mineras, que condicionan la estabilidad natural del suelo. Como detonantes del deslizamiento actúan las lluvias intensas y prolongadas, frecuentes en la zona, incrementando el peso y disminuyendo la cohesión del suelo, facilitando su desplazamiento.
También se reportó erosión en cárcavas, desgaste del suelo por escurrimiento de agua en canales naturales o artificiales, agravando los daños si no se controla a tiempo. Este proceso pone en riesgo un tramo adicional de 20 metros de la vía nacional PE-3N.
Recomendaciones
Ante esta situación, Ingemmet recomienda a las autoridades locales la construcción de zanjas de coronación para desviar el agua de lluvia, que actúan como sistemas de drenaje para reducir la saturación del suelo.
Propone, también, la revegetación de las laderas con plantas que estabilicen el terreno. También se sugiere elaborar un informe EVAR (Evaluación de Riesgos) que permita diseñar soluciones a largo plazo.
Por último, indicó que este informe ha sido remitido a instituciones del Sistema Nacional de Gestión del Riesgo de Desastres (Sinagerd), como Indeci y Cenepred. La información técnica proporcionada será clave para tomar decisiones orientadas a prevenir desastres en la zona y proteger tanto la infraestructura como a la población.
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